Un informe reciente de la organización InfluenceMap revela las tácticas persistentes de la industria del petróleo y el gas para socavar el avance de las energías renovables y los vehículos eléctricos.
El análisis, titulado «Undermining Progress: Investigating the Fossil Fuel Sector’s Continual Dominance», destaca cómo estas industrias han influido en políticas y narrativas públicas para mantener su dominio en el sector energético global.
Frenar el progreso de las energías limpias
El informe de InfluenceMap presenta un análisis exhaustivo de cómo las industrias del petróleo y el gas han utilizado estrategias específicas para frenar el progreso de las energías limpias.
Estas tácticas incluyen la promoción de la incertidumbre sobre la viabilidad de las energías renovables, el cabildeo para obtener políticas favorables y la difusión de información que cuestiona el cambio climático y sus soluciones.
El estudio se basa en una variedad de fuentes, incluidos documentos internos de empresas, registros de cabildeo y análisis de comunicación en medios.
Según Tessa Khan, fundadora y directora ejecutiva de Uplift, «La industria de los combustibles fósiles ha trabajado incansablemente para proteger sus intereses a expensas del planeta y la gente».
Hallazgos Clave
- Estrategias de Comunicación: Utilización de campañas publicitarias y de relaciones públicas para generar dudas sobre la efectividad de las energías renovables.
- Cabildeo Político: Influencia significativa en la legislación para favorecer el uso continuado de combustibles fósiles.
- Inversión en Tecnologías Contradictorias: Apoyo a tecnologías como el gas natural bajo la premisa de ser una «energía puente« mientras socavan el desarrollo de energías limpias.
Narrativas diferentes con las Orientaciones del IPCC
La industria de los combustibles fósiles ha adoptado una postura escéptica hacia las soluciones propuestas por el IPCC, especialmente en relación con las energías renovables.
Argumentan que las tecnologías como la energía solar y eólica son poco fiables y no pueden satisfacer la demanda energética global de manera consistente.
Contrariamente, el IPCC ha demostrado con evidencia científica que estas tecnologías no solo son viables, sino esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático.
Neutralidad política
Las empresas de combustibles fósiles a menudo se presentan como actores neutrales en el debate político sobre el cambio climático. Afirman que su objetivo es únicamente garantizar la seguridad energética y la estabilidad económica.
Sin embargo, el IPCC ha señalado que la influencia política de estas empresas tiende a inclinarse hacia la protección de sus propios intereses comerciales, lo que frecuentemente resulta en políticas que favorecen el uso continuo de combustibles fósiles y retrasan la adopción de energías renovables.
Asequibilidad y Seguridad Energética
Uno de los argumentos más comunes de la industria del petróleo y el gas es que las energías renovables son demasiado costosas y no pueden garantizar una seguridad energética comparable a la de los combustibles fósiles.
Afirmaciones como estas contrastan con los hallazgos del IPCC, que subrayan que las energías limpias no solo están disminuyendo en costo rápidamente, sino que también ofrecen una fuente de energía más segura y sostenible a largo plazo.
Además, el IPCC destaca que la transición a energías renovables es fundamental para evitar los peores impactos del cambio climático, que a su vez pueden tener costos económicos y sociales mucho mayores.
Cincuenta años de retraso
En resumen, mientras que la industria de los combustibles fósiles se esfuerza por mantener una narrativa que justifique la continuidad de su dominio en el mercado energético, las orientaciones del IPCC ofrecen una visión clara y basada en evidencia de la urgencia de adoptar soluciones energéticas sostenibles y renovables.
El estudio de InfluenceMap no proporciona una cifra exacta de los años de retraso en la implementación de energías renovables atribuible a las estrategias de la industria del petróleo y el gas.
Sin embargo, detalla cómo estas industrias han utilizado desde hace cincuenta años tácticas de desinformación y cabildeo para obstaculizar el progreso de las energías limpias, resultando en una significativa demora en la transición energética global.
Estas tácticas han creado barreras que han impedido una adopción más rápida y eficiente de las tecnologías renovables, aumentando la dependencia en combustibles fósiles y exacerbando la crisis climática.