Dirigida por Pascal Elbé (‘Cabeza de turco’) y protagonizada por el propio realizador junto a Sandrine Kiberlain («Las chicas de la sexta planta», «Mademoiselle Chambon»), Valerie Donzelli («Capitain Marleau»), Emmanuelle Devos («El tiempo de los amantes»), Francois Berléand («Quince años y medio») y Marthe Villalonga («Maison de retraite»), «Estamos hechos para entendernos[1]» –un título que podría valer para unos cuantos cientos de filmes- es una comedia romántica sobre un encuentro, sin muchos alicientes, en torno al delicado drama de las personas que oyen mal y no lo saben.
Al parecer, el realizador Elbé, quien ha pasado por la experiencia de una sordera detectada tardiamente, ha pretendido bromear, sin conseguirlo, sobre esta discapacidad mucho más extendida de lo que pueda pensarse (quizá este sea el motivo de que en mi buzón aparezca todas las semanas propaganda de un centro de diagnóstico de la sordera que han abierto a la vuelta de la esquina).
En la película, Antoine, un profesor de geografía e historia cincuentón parece que no escucha nada, ni a nadie. Los alumnos reclaman su atención, los colegas le recriminan que no haga caso, sus novias querrían que estuviera más atento… y Claire, la reciente viuda que se ha refugiado en casa de su hermana, en el piso de arriba, en busca de paz y tranquilidad, baja a quejarse del estridente sonido de un despertador, capaz de levantar a todo el vecindario. Lo que pasa es que Antoine está perdiendo audición y no se ha enterado.
A pesar de los evidentes esfuerzos de los actores, el guión carece de energía, el discurso sobre la aceptación de la sordera es realmente superficial y la supuesta comicidad de las situaciones no consigue despegar.
En resumen, una película que no aporta nada y que, como he leído en la crítica de un colega francés, «sin duda tendrá días mejores en la televisión».
- «Estamos hechos para entendernos» se estrena en Madrid el viernes 17 de junio de 2022.
