El gobierno de Estados Unidos ha anunciado este miércoles 5 de mayo de 2021 que respalda la liberación temporal de las patentes de las vacunas de la COVID-19 para que puedan ser producidas en otros países porque el mundo se enfrenta a «una crisis global de salud y las circunstancias extraordinarias de la pandemia requieren medidas extraordinarias», según la representante del gobierno de Joe Biden en la Organización Mundial de Comercio (OMC), Katherine Tai.

Las decisiones de la OMC requieren consenso de sus 164 miembros y hasta ahora Estados Unidos y otros países habían bloqueado las propuestas de India y Sudáfrica de ayudar a los países en vías de desarrollo a producir sus propias vacunas usando la propiedad intelectual de las farmacéuticas.

Tres compañías de Estados Unidos, Moderna, Pfizer y Johnson&Johnson, han desarrollado, producen y venden vacunas contra la COVID-19

Médicos Sin Fronteras aplaude la decisión de EEUU

Médicos Sin Fronteras (MSF) celebra la decisión de la Administración Biden-Harris de apoyar la renuncia a la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra la COVID-19 y poder incrementar así el acceso a estas herramientas médicas vitales en un momento en el que la pandemia sigue haciendo estragos en todo el mundo.

Muchos de los países de bajos ingresos en los que trabaja MSF solo han recibido el 0,3% del suministro mundial de vacunas contra el coronavirus, mientras que Estados Unidos ha conseguido suficientes dosis para proteger a toda su población y aún le quedan más de quinientos millones de vacunas sobrantes.

La escasez de diagnósticos, tratamientos y otras herramientas médicas que salvan vidas sigue añadiendo presión a países como India y Brasil, donde el aumento de casos ha llevado a los sistemas sanitarios al borde del colapso.

Según MSF, «la decisión adoptada hoy por el gobierno estadounidense es un paso importante hacia el apoyo mundial a una exención en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en materia de propiedad intelectual. Esto podría proporcionar a los países nuevas opciones para hacer frente a las limitaciones de las normas de propiedad intelectual actuales y eliminar las incertidumbres y las barreras legales que pueden impedir la producción y el suministro de productos médicos COVID-19 con antelación». 

MSF viene solicitando a lo largo de estos más de siete meses de negociaciones en la OMC, la suspensión de las patentes para todos los productos COVID-19, incluidas vacunas, tratamientos y diagnósticos.

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