Un brote de casos derivados del virus del Nilo Occidental de menigoencefalitis que han debutado en Andalucía, ha causado una alerta sanitaria, que sumada a los rebrotes por coronavirus Sars-CoV-2, mantiene a la sociedad española en vilo.

Las especies de mosquitos implicadas en dicho contagio son la Culex perexiguus y la Culex pipiens, autóctonas de España, que son los principales vectores de este virus, suele residir en muchas aves e infecta a caballos y humanos. El Aedes japonicus, aunque tiene capacidad de transmitirlo, no está en el sur de España ni parece ser el responsable del brote de esta semana.

Este virus (WNV, por sus siglas en inglés) es un agente infeccioso del género Flavivirus, que es también responsable de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el dengue y el Zika. Se descubrió en la década de los 40 del siglo pasado, en la cuenca ugandesa del Nilo Occidental, y fue identificado más tarde en Egipto (1942) e India (1953).

“El mosquito común es el vector principal. Este está en las habitaciones, pica de noche, espera que la gente se vaya a dormir y revolotean, estropean el sueño y pican”, y en España hay un total de 62 especies autóctonas de las que muchas tienen capacidad de transmitir el WNV aunque los brotes en Andalucía, han sido los vectores perexiguus y el pipiens”, ha comentado un experto en entomología de Mosquito Alert.

 Según la Organización Mundial de la Salud, el virus no presenta síntomas un ochenta por ciento de las personas infectadas aunque el veinte por ciento restante puede desarrollar la fiebre del Nilo Occidental, una enfermedad que se caracteriza por fiebre, cansancio, dolores de cabeza y corporales, náuseas, vómitos y en menor medida erupciones cutáneas en el tronco y agrandamiento de ganglios linfáticos. El periodo de incubación suele durar entre tres y catorce días.

Lo cierto es q una de cada ciento cincuenta personas infectadas puede desarrollar una enfermedad neuroinvasora conocidas como encefalitis, meningitis o poliomielitis del Nilo Occidental q cursa con dolores de cabeza, fiebre alta, rigidez en la nuca, desorientación, coma, convulsiones y debilidad muscular en personas mayores de cincuenta años o inmunodeprimidas.

Hay que destacar que un mosquito que pica a una persona enferma no adquirirá suficientes virus para transmitir a otra persona que puede picar después, al tiempo que ni los humanos –ni los caballos– tienen capacidad para transmitirse el virus entre sí. Suele darse en verano con temperaturas altas y es necesario q para su transmisión existan una gran cantidad de aves que porten la suficiente carga de virus como para ser vectores del virus a los humanos.

Existe un factor importante que se ha dado este año debido al confinamiento que no es otro que al existir una disminución de la movilidad entre personas, ha habido un crecimiento exponencial de todo tipo de mosquitos, aves y animales que han pululado a sus anchas en toda la península ibérica y es posible que hayan aumentado las poblaciones de mosquitos.

Ana De Luis Otero
Periodista. Doctora en Ciencias de la Información. PhD. Máster en Dirección Comercial y Marketing. Fotógrafo. Consultora de Comunicación Socia directora LOQUETUNOVES.COM; Presidenta de D.O.C.E.( Discapacitados Otros Ciegos de España); Secretaria General del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD); Miembro del CEDDD autonómico de la Comunidad de Madrid; Miembro del Consejo Asesor de la Fundación López-Ibor; Miembro del Comité de Ética de Eulen Sociosanitarios; Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland); exdirectora del diario Qué Dicen. Divulgadora científica, comprometida con la discapacidad y la accesibilidad universal. Embajadora de honor "Ñ". Representante en EASPD Europe del CEDDD Inclusive Life

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