El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este 24 de febrero 2022 en La Moncloa, tras asistir a la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, para transmitir la «total y rotunda condena» que hace España, a las «inaceptables acciones militares del gobierno de Putin en Ucrania».
En una declaración institucional, Pedro Sánchez sostiene que «los hechos son muy graves y son muy simples a la vez. Una potencia nuclear ha violado la legalidad internacional y ha comenzado la invasión de un país vecino, al tiempo que ha amenazado con represalias a cualquier otra nación que socorra al país agredido».
Se considera esa acción «una violación flagrante del derecho internacional, de la soberanía nacional y de la integridad territorial de Ucrania», además de «un ataque frontal a los principios, a los valores -por encima de todos ellos, el de la paz- que han proporcionado a Europa años de estabilidad y también de prosperidad».
Añade que «esta es una crisis que afecta, sin duda alguna, a equilibrios que van mucho más allá de los países directamente involucrados en el conflicto. Es seguro que va a tener consecuencias de gran alcance y por eso se entiende el llamamiento nítido del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, al presidente Putin para retirar sus tropas de Ucrania y frenar el conflicto».
Ha informado de que la Unión Europea y el resto de aliados de la Unión Europea han aprobado un primer paquete de sanciones con el objetivo de «impedir que prosigan las agresiones del gobierno de Putin, que ya, por desgracia, han costado demasiadas vidas», y «demostrar al gobierno de Putin que las violaciones contra el derecho internacional, y contra la soberanía y la integridad territorial de terceros países, no deben quedar impunes».
Ha añadido que la manera más efectiva de ejercer solidaridad es socorrer a Ucrania desde la Unión Europea con material sanitario, ayuda financiera e inversiones para afrontar las actuales dificultades y proteger el bienestar del pueblo de Ucrania.
Ha informado de que la Embajada de España en Kiev está en contacto con la colectividad española desde hace ya unas semanas. Actualmente hay 436 españoles y españolas inscritos en la Embajada, de los que un centenar ya han regresado a nuestro país, por lo que quedan algo más de 320 compatriotas, con quienes los servicios consulares están mantienen contacto telefónico para proporcionarles información sobre las posibilidades y las vías para abandonar Ucrania o también de evacuación, en cuanto a la situación lo permita. Del mismo modo, la Embajada de España en Varsovia está en alerta para prestar el apoyo logístico que sea necesario.
El Gobierno es consciente de que este conflicto y las sanciones que derivan de él van a tener un impacto económico en España y en la Unión Europea, y Sánchez ha anunciado que se tomarán «cuantas medidas sean precisas para mitigar el impacto económico, también el energético, de esta crisis sobre la sociedad española, sobre sus empresas, sobre los hogares, sobre la industria, y sin duda alguna también sobre la recuperación económica que estamos iniciando al filo de la superación de la pandemia».
Ha señalado que «España ansía mantener una relación de amistad y de respeto con todos los pueblos del mundo, y justamente desde la amistad que profesamos al pueblo ruso, desde el afecto que profesamos a los miles de ciudadanos rusos que conviven en armonía en suelo español, transmitimos un mensaje claro al gobierno de Putin, y es reclamar que ponga fin de inmediato a las hostilidades, que revoque el reconocimiento de la independencia de los territorios que forman parte de otra nación soberana, en este caso de Ucrania; reclamamos que cumpla sus compromisos como signatario de los acuerdos de Minsk».
Y ha concluido que «hoy se abren ante España y ante toda la Unión Europea dos caminos: se abre el camino de la paz y de la legalidad internacional, o se puede abrir también el camino de la fuerza ilegítima que aboca solo al desorden mundial y a la inseguridad. Y para España, como también para el conjunto de la Unión Europea, la elección es dura, pero es sencilla: somos un país, somos una democracia, somos una unión, comprometida con los valores de la paz, de la legalidad internacional y de la solidaridad».
