La Comunidad de Madrid, por primera vez, se queda por debajo de la media de España en recuperación de empleo, al pasar de ser la tercera a ser la quinta Comunidad Autónoma con menor tasa de paro, superada por La Rioja y Aragón, debido al fraude en la contratación y a la pérdida de calidad en el empleo que se ofrece, según el análisis de Isabel Vilabella, secretaria de Relaciones Laborales y Formación de UGT Madrid.
Según este análisis, la Comunidad de Madrid mantiene dos puntos porcentuales más de paro que antes de la pandemia. Y este dato es mucho peor en el caso de menores de 25 años y mayores de 55 años. Por destacar un dato en este sentido, el paro de larga duración de mayores de 55 ha aumentado un 42 por ciento en solo un año.
Indica Isabel Vilabella que el mercado laboral es como una herradura donde los dos extremos casi se tocan: los más jóvenes y los más mayores que soportan las cargas de falta de empleo y ausencia de estabilidad: «Es una carrera de obstáculos conseguir un trabajo a partir de los 55 años. Ser joven es estar condenado a sueldos de miseria y un desempleo cercano al cuarenta por ciento». En el último año se ha incrementado el paro en los menores de veinticinco años en un 45,38 por ciento.
En resumen, «a los mayores se les expulsa del mercado laboral y a los jóvenes no se les permite entrar».
El dato más positivo es que la tasa de empleo de Madrid es la mayor de España, aunque no tienen empleo cuatro de cada diez que lo buscan y está aumentando la precariedad, puesto que mientras aumenta un uno por ciento el número de asalariados con contrato indefinido, el aumento de contratos temporales lo hace un veintidós por ciento.
La precariedad laboral está restando oportunidades de encontrar empleo. En la Comunidad de Madrid, el 45 por ciento de las personas que trabajan, hacen horas extras sin que sean retribuidas. Esto empobrece a quienes las hacen y reduce la posibilidad de contratar a otras personas para que efectúen esos trabajos.
La precariedad también se manifiesta en la permanencia en situación de desempleo. Los nuevos parados o de más de un año se han incrementado un tres por ciento en un año.
La precariedad laboral, entendida como la ausencia de un trabajo de calidad que pueda garantizar unas condiciones dignas de vida, afecta a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras en la Comunidad de Madrid.
Añade Isabel Vilabella que «la crisis derivada de la COVID-19 ha puesto en evidencia las debilidades de nuestro modelo productivo: reducido peso de nuestra industria, recortes y falta de inversión en servicios públicos esenciales como sanidad, servicios sociales, educación y otros,».
Y concluye que «desde UGT Madrid creemos que hay soluciones, entre ellas, la lucha contra el fraude en la contratación es fundamental. La Inspección de Trabajo ha detectado que los sectores donde hay mayores indicios de fraude en contratación temporal y contratación irregular a tiempo parcial, son comercio y hostelería, que son sectores muy importantes en cuanto a volumen de empleo».
«Es necesario apoyar a los sectores que generan más empleo de calidad y mayor valor añadido como son: industria, investigación, servicios públicos y empleo verde. Debemos volver a ser la locomotora de España».