En esta atípica Semana, en la que la mayoría de la gente seguiremos confinados, os sugerimos compensaros con algún placer gastronómico que no encontramos en otras épocas. Nos referimos a las torrijas, que nos regalan muchas calorías, sí, pero están buenísimas. 

Un auténtico clásico y un dulce tradicional con origen en el siglo quince que el espacio gastronómico Zielou, ubicado en las alturas de la madrileña Estación de Chamartín, junto a su maestro de fogones Kiko Solís, han querido reinventar en un año muy especial. Un homenaje a las costumbres arraigadas y a los placeres que despierta la cocina.

Kiko propone nuevos sabores que surgen al contrastar, combinar y alternar diferentes culturas culinarias, ofreciendo un completo viaje para los sentidos de sus comensales. Este año le va a dar un toque original y distinguido.

Con una personalidad transgresora y disponible en el menú ejecutivo del restaurante hasta el 31 de marzo, la torrija de Zielou está elaborada a partir de pan brioche infusionado con una crema inglesa, leche de coco y con unas natillas de haba tonka. 

La semilla tonka es originaria de las Antillas y del Amazonas, y ofrece el toque exótico a este postre castizo, con un sabor azucarado entre la vainilla y la canela. Una delicia para el paladar acompañada de helado artesano de maracuyá.

Una novedad que revoluciona los sabores más tradicionales del típico postre de esta festividad con inspiraciones internacionales y extravagantes, creando un dulce tan especial como exquisito. ¡La mejor opción para terminar la comida!

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en una publicación para profesionales, me dediqué al mundo de la solidaridad a través de un partido político, ocupándome de la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después me instalé en México. Publiqué en un par de periódicos y en una revista literaria, donde edité poesía. A través de Periodistas en Español comencé a relatar lo que sucedía allí. Tras siete años de estancia en el país azteca, en 2018 regresé a España.

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