En esta atípica Semana, en la que la mayoría de la gente seguiremos confinados, os sugerimos compensaros con algún placer gastronómico que no encontramos en otras épocas. Nos referimos a las torrijas, que nos regalan muchas calorías, sí, pero están buenísimas.
Un auténtico clásico y un dulce tradicional con origen en el siglo quince que el espacio gastronómico Zielou, ubicado en las alturas de la madrileña Estación de Chamartín, junto a su maestro de fogones Kiko Solís, han querido reinventar en un año muy especial. Un homenaje a las costumbres arraigadas y a los placeres que despierta la cocina.
Kiko propone nuevos sabores que surgen al contrastar, combinar y alternar diferentes culturas culinarias, ofreciendo un completo viaje para los sentidos de sus comensales. Este año le va a dar un toque original y distinguido.
Con una personalidad transgresora y disponible en el menú ejecutivo del restaurante hasta el 31 de marzo, la torrija de Zielou está elaborada a partir de pan brioche infusionado con una crema inglesa, leche de coco y con unas natillas de haba tonka.
La semilla tonka es originaria de las Antillas y del Amazonas, y ofrece el toque exótico a este postre castizo, con un sabor azucarado entre la vainilla y la canela. Una delicia para el paladar acompañada de helado artesano de maracuyá.
Una novedad que revoluciona los sabores más tradicionales del típico postre de esta festividad con inspiraciones internacionales y extravagantes, creando un dulce tan especial como exquisito. ¡La mejor opción para terminar la comida!