El Tratado de Alcañices que delimitó las fronteras entre Castilla y Portugal, de las más antiguas de Europa, cumple este 12 de septiembre, 725 años desde su rúbrica celebrada el 12 de septiembre de 1297 en la actual villa zamorana.
Los firmantes fueron el joven rey Fernando IV ‘El Emplazado’ (1285-1312) de Castilla y al rey Dionisio I, Dinis ‘El Labrador’ (1261-1325) de Portugal. El tratado dio nombre a una de las fronteras más antiguas de toda Europa y benefició el reinado del monarca castellano para su consolidación.
Se estipulaba que las villas y plazas de Campo Maior, Ouguela, Olivenza y San Felices de los Gallegos serían para Portugal como compensación por la pérdida portuguesa durante el reinado del rey Alfonso III (1210-1279) de una serie de plazas que le fueron arrebatadas por Alfonso X El Sabio (1221-1284).
A cambio de los derechos portugueses, las tierras de Ayamonte, Santiago de Alcántara, Herrera de Alcántara, Valencia de Alcántara, Aroche y Aracena fueron para la corona castellana.
Por su parte, el rey portugués Dinis se casó a los veintiún años con la española Isabel de Aragón (1271-1366), quien pasó a la historia lusa como la rainha santa, de hecho hizo dos veces el peregrinaje a Santiago de Compostela.
Al mismo tiempo, le fueron entregadas al rey portugués las plazas de Almeida, Castelo Bom, Castelo Melhor, Castelo Rodrigo, Monforte, Sabugal, Sastres y Vilar Maior. Ambos monarcas renunciaron a plantearse reclamaciones territoriales en el futuro.
Pero el tratado vio cambiar la frontera ya que en 1326, San Felices de los Gallegos se reintegró en el territorio leonés como dote de la nueva reina en los esponsales entre el rey salmantino Alfonso XI (1311-1350), conquistador de Algeciras y quien falleció en el sitio de Gibraltar, con María de Portugal (1313-1357), matrimonio celebrado en Alfaiates en septiembre de 1328. Aunque hubo disputas posteriores, la localidad se quedó en España.
El último caso de trasvase fronterizo es el conocido de Olivenza que en 1801, junto a Táliga, pasó a España tras la llamada guerra de las naranjas, que se ampara legalmente en el Congreso de Viena de 1815.
Pero con el paso de los siglos y debido a su estratégica posición geográfica, Alcañices vivió otros episodios relacionados con Portugal, así la villa fue saqueada e incendiada por tropas portuguesas tras su victoria en Aljubarrota en 1385.
Ya en la Edad Moderna, fue incendiada de nuevo en 1643 por el rey portugués Juan IV (1604-1656), en el contexto de la Guerra de la Restauración portuguesa (1640-1688), cuando también la actual localidad gallega de Salvaterra do Miño estuvo en manos portuguesas de 1642 a 1659.
No hay que olvidar tampoco el denominado Couto Mixto, el territorio transfronterizo independiente de ambos estados hasta el tratado de Lisboa de 1864 que vuelve a delimitar las fronteras y borra los privilegios de estos pequeños municipios que albergaban apenas mil personas.
Alcañices también fue escenario de enfrentamientos bélicos durante la Guerra de la Independencia española, en la que fue sede de la partida de guerrilleros de Tomás García Vicente (Masueco, Salamanca 1779-1847), llegando a enviar el mariscal francés André Massena (1758-1817) dos divisiones para someter Alcañices y Puebla de Sanabria después de la toma de Ciudad Rodrigo en 1810.
Pero volviendo al aniversario del Tratado, hay que recordar que cinco siglos después de su firma, en 1997, acudió a la conmemoración el entonces presidente portugués Jorge Sampaio (1939-2021), detalle que fue agradecido posteriormente ya que en 2006 fue nombrado hijo adoptivo de la villa.
Este importante hecho histórico ocurrido en la villa zamorana no cuenta con mayores referencias o un centro de interpretación permanente, tan solo un monumento alusivo en su quinientos aniversario.
Alcañices, hoy
Hoy, Alcañices cuenta con algo más de mil habitantes, su casco histórico está protegido y pertenece a la Reserva de la Biosfera transfronteriza, espacio natural protegido por la Unesco desde 2015 por el alto nivel de conservación de sus hábitats naturales y de las especies que lo habitan.
Uno de sus grandes condicionantes es el paso de la N-122, que cuenta con tráfico pesado pasando por la localidad hasta que no se haga definitivamente la circunvalación que evite el trasiego diario de todo tipo de vehículos que circulan entre España y Portugal.
Recientemente, con motivo del próximo 725 aniversario del Tratado fue elegido por Turismo Reino de León, municipio leonés del mes de septiembre sustituyendo a Folgoso de la Ribera.
Por último, hay que destacar la muestra de arte religioso ‘Salus: la iglesia en Aliste y Alba’ que estará abierta hasta el 31 de octubre en el Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación Nuestra Señora la Virgen de la Salud.
Está compuesta por 177 obras de arte, desde imágenes religiosas a documentos de archivo y pinturas, piezas de orfebrería, estelas hispanorromanas y ornamentos desde el siglo tercero al veintiuno.