Reporteros sin Fronteras, RSF, ha sido el vehículo elegido por un centenar de periodistas afganos anónimos que han emitido un llamamiento dirigido a las instituciones internacionales pidiendo ayuda urgente.

Su escrito lleva por título El periodismo afgano está en peligro de extinción, y ha sido firmado por 103 periodistas afganos (20 de ellos mujeres) de todos los medios, que afirman ser «de diferentes opiniones políticas y etnias». La mayoría aún trabaja en Afganistán, tanto en Kabul como en muchas ciudades de provincias. Temiendo por su seguridad, algunos viven en la clandestinidad y, unos pocos -una decena-, han logrado salir del país.

Todos, incluidos los periodistas en el exilio, han preferido permanecer en el anonimato por miedo a represalias contra ellos mismos o contra los familiares que se han quedado en el país.

A pesar de tener miedo, sus temores de que el periodismo y la información pluralista desaparezcan por completo de Afganistán les ha movido a empuñar las plumas para apelar a las instituciones internacionales.

En la misiva, piden que se movilicen con urgencia para permitir que la libertad de prensa sobreviva en Afganistán. La multiplicación de incidentes sobre el terreno durante los últimos diez días, las injerencias cada vez más flagrantes de los talibanes en la labor de la prensa, y la imposibilidad de que muchas mujeres periodistas continúen haciendo su trabajo hacen, en efecto, temer lo peor.

Para asegurar la continuidad del periodismo en Afganistán, los firmantes piden garantías de protección, especialmente para las mujeres periodistas que deseen seguir ejerciendo su profesión, así como recursos para fomentar que los medios afganos sigan funcionando o vuelvan a abrir. Además, los periodistas en el exilio tienen que tener la posibilidad de recibir asistencia para que puedan seguir desempeñando sus funciones, mientras que quienes tienen una necesidad vital de ponerse a salvo deben poder contar con el pleno apoyo de los países occidentales.

Cuando se publicó la edición de 2021 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, el pasado mes de abril, el país afgano ocupaba el puesto 122 entre 180 países.

Llamamiento completo

«Necesitamos de la solidaridad internacional para evitar la extinción del periodismo afgano»

Somos periodistas afganos de opiniones políticas y etnias diferentes. Algunos todavía pueden trabajar; otros están escondidos en Kabul o en el resto del país, y otros estamos ya en el exilio, o de camino. Para hacer este llamado, todos nos hemos visto obligados a permanecer en el anonimato a causa de los riesgos para nuestras vidas. No queremos que el periodismo se extinga en Afganistán como ocurrió entre 1996 y 2001. Es urgente.

A través de Reporteros sin Fronteras (RSF), lanzamos hoy una petición solemne a las instituciones internacionales para que, en el marco de las negociaciones en curso, obtengan compromisos concretos de los nuevos líderes de Afganistán. En Kabul apenas trabaja ya una séptima parte de las mujeres periodistas. A pesar de los compromisos públicos de los talibanes, estamos viendo los primeros signos reales de una represión general: las amenazas a periodistas sobre el terreno, la intimidación de las redacciones y la censura encubierta pronto han dado paso a las detenciones arbitrarias seguidas de tortura.

A quienes quieren el bien de Afganistán y de su población les pedimos que se movilicen por el futuro del periodismo afgano, sea cual sea el escenario en los próximos meses. Reclamamos una movilización por la libertad de prensa en nuestro país, por la conservación de los logros de los últimos veinte años en materia de independencia de los medios, pluralismo y protección de los periodistas. Las instituciones internacionales tienen la responsabilidad de garantizar el respeto del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Afganistán.

Os necesitamos para garantizar la permanencia del periodismo en Afganistán. Esto supone recursos para fomentar el mantenimiento o la reapertura de los medios de comunicación afganos. Es esencial que, a nuestras hermanas, así como a todas las trabajadoras de los medios de comunicación, se les permita regresar a sus trabajos y ejercer su profesión con total seguridad. El comité tripartito de medios creado el pasado 21 de agosto también debe dar garantías de que servirá como herramienta al servicio de la libertad de prensa y no para la represión de los periodistas.

A corto plazo, necesitamos un firme apoyo para evacuar a los periodistas en peligro y que se les dediquen todos los recursos diplomáticos, consulares y financieros necesarios. Los periodistas en el exilio deberían disponer de facilidades para que sigan ejerciendo sus funciones.

En este período tan histórico como caótico, la desaparición del periodismo afgano sería una catástrofe. La necesidad de seguridad de los profesionales de la información es crucial para defender el derecho fundamental de todos los ciudadanos afganos a estar debidamente informados, un requisito indispensable si se quiere ver algún día a Afganistán en la senda de una paz duradera. Ayudadnos a hacer que el periodismo afgano sobreviva

Signatarios

* Por razones de seguridad, los firmantes de este llamado emitido por mediación de RSF son anónimos.

(Foto de portada: Amber Cla en Pixabay)

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en una publicación para profesionales, me dediqué al mundo de la solidaridad a través de un partido político, ocupándome de la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después me instalé en México. Publiqué en un par de periódicos y en una revista literaria, donde edité poesía. A través de Periodistas en Español comencé a relatar lo que sucedía allí. Tras siete años de estancia en el país azteca, en 2018 regresé a España.

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