El Museo Frontera de Paz, ubicado en la freguesía de Vilar Formoso, está dedicado a la memoria de los refugiados de la Segunda Guerra Mundial que acogió Portugal y que da nombre a esta zona fronteriza.
En especial, se recuerda la figura de Arístides Sousa Mendes (1885-1954), el cónsul portugués en Burdeos que firmó visados para treinta mil refugiados (del total de cincuenta mil que acogió Portugal) que llegaron a territorio luso en tren, a través de Vilar Formoso.
El Museo recoge el papel que Vilar Formoso desempeñó como acogida a los refugiados durante la Segunda Guerra Mundial. Situado en los antiguos almacenes de la estación ferroviaria está compuesto por seis núcleos expositivos: ‘Gente como nosotros’; ‘Inicio de la pesadilla’; ‘El viaje’; ‘Vilar Formoso-Frontera de Paz’; ‘Por tierras de Portugal’ y ‘La partida’.
El Museo se integra dentro de la Red de Sefarad de Portugal, donde también en Oporto se recoge la labor del diplomático portugués en el Museo del Holocausto, el primero de esta temática en la península ibérica, ubicado en el 790 de la Rua Campo Alegre.
Del mismo modo, también en la misma Red de Sefarad se encuentra el Museo judío de la localidad de Belmonte.
El Museo Frontera de Paz, fundado en 2017, se ubica en dos naves junto a la estación de ferrocarril y recibe a más de cinco mil visitantes anuales.
Visita tras Las Mugas
Alcaldes portugueses de la Beira interior norte y españoles de la provincia de Salamanca se acercaron al Museo, tras el tradicional acto de firma de Las Mugas, donde se reconoce que no se han movido los límites fronterizos de sendos países, con el deseo de caminar «de la mano hacia un futuro común».
En la visita acudieron alcaldes de localidades fronterizas españolas y portuguesas, algunas con menos de doscientos habitantes, como La Alameda de Gardón, La Alamedilla, Espeja, Aldea del Obispo y Villar de Ciervo, junto con las freguesias de Vilar Formoso, Vale da Mula, Sao Pedro do Rio Seco, Malpartida, Vale do Coelha y Nave de Haver, todas pertenecientes al municipio de Almeida.
Previamente tuvo lugar el acto de firma se realizó en el límite entre el municipio de Almeida y el salmantino de Fuentes de Oñoro, estando presidido por la alcaldesa de la villa española, Laura Vicente, y el presidente de la Cámara Municipal (Ayuntamiento) de Almeida, António Machado.
Vicente recordó, parafraseando al filósofo y ensayista ibérico de Sao Pedro do Rio Seco, Eduardo Lourenço (1923-2020) que la frontera no es sólo un lugar al que venir a jubilarse, es el escenario ideal para seguir buscando sentido y futuro.
En el caso de esta frontera hispanolusa los pueblos «se entienden y funcionan como si fueran uno solo, a pesar de estar en dos países», aseguró la alcaldesa, quien recordó los problemas que surgieron cuando en pandemia se restringió la libre circulación de personas en toda La Raya.
Además, insistió en el trabajo conjunto que desarrollan entre sendos municipios fronterizos para que este territorio sea un escenario de «futuro», mientras que Machado se refirió a la importancia de que ambos Gobiernos apuesten por estos territorios limítrofes, de baja densidad de población, para que puedan desarrollar a nivel social y económico.
En el evento también participó el ex embajador de Portugal en Venezuela y Chile, Carlos de Sousa Amaro, actualmente máximo responsable de la institución encargada de los límites y las cuencas hidrográficas hispanolusas, y la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López.
La frontera entre España y Portugal es la más antigua de Europa, con un total de 1.292 kilómetros, cuya separación está marcada por 5.228 hitos.
En 2024 se conmemoran los 160 años del Tratado de Lisboa (firmado el 29 de septiembre de 1864) que firmaron los dos países para el reconocimiento fronterizo. Previamente, en 2022 se cumplieron 725 años del Tratado de Alcañices, el primero que delimitó las fronteras.
