Médicos Sin Fronteras (MSF) informa de que este 2 de julio de 2021, después de una inspección de catorce horas en el puerto de Augusta, Sicilia, el barco de búsqueda y rescate de MSF Geo Barents fue inmovilizado después de que se identificaran veintidós deficiencias, diez de las cuales supuestamente eran motivos para la detención del barco.
Indica MSF que, aunque están dispuestos a hacer todos los ajustes necesarios, saben que la inspección representa una oportunidad para que las autoridades «consigan objetivos políticos bajo la apariencia de procedimientos administrativos», ya que la oenegé fletó el Geo Barents en mayo 2021, totalmente equipado y certificado para cumplir actividades de búsqueda y rescate, al tiempo que suscribió las reglas y regulaciones establecidas por las autoridades marítimas.
Los equipos del buque rescataon a 410 personas entre el 10 y el 12 de junio ,que mostraban signos de agotamiento extremo y diversas vulnerabilidades. Entre ellas se encontraban dieciséis mujeres, de las cuales seis viajaban solas y una estaba embarazada, así como 101 niños no acompañados. La mayoría de las personas procedían de países devastados por la guerra, como Siria, Etiopía, Eritrea, Sudán y Mali.
MSF sostiene que la detención de Geo Barents «es una prueba más del acoso administrativo por parte de las autoridades italianas y de las medidas punitivas adoptadas para bloquear las operaciones humanitarias en el mar Mediterráneo. Desde 2019 hasta la fecha, las autoridades italianas han llevado a cabo dieciséis controles en embarcaciones de rescate de ONG, lo que ha llevado a detenciones administrativas en trece ocasiones. Esto equivale a un total de 1.078 días de barcos bloqueados para salvar vidas en el mar.
«Si bien los controles del estado del puerto son procedimientos marítimos legítimos, desarrollados para garantizar la seguridad de la navegación en el mar, estas inspecciones han sido instrumentalizadas por las autoridades estatales para apuntar a los barcos de las ONG de manera discriminatoria. Por lo tanto, solo podemos concluir que esto tiene una motivación política», ha declarado Duccio Staderini, representante de Búsqueda y Rescate (SAR) de MSF.
«Las inspecciones de los barcos de las ONG en los puertos italianos son largas y minuciosas y tienen como objetivo encontrar irregularidades para evitar que el barco regrese al mar para salvar vidas. Nos enfrentamos a una realidad abrumadora: mientras los buques de ONG humanitarias son detenidos, se siguen perdiendo vidas innecesariamente en el Mediterráneo», añade Staderini.
Además de una serie de pequeñas irregularidades que son fácilmente rectificables, las autoridades italianas cuestionan la idoneidad del barco para hacer actividades sistemáticas de búsqueda y salvamento y alegan que el barco tenía demasiada gente a bordo. Sin embargo, el derecho internacional no estipula una clasificación internacional específica para los buques de salvamento humanitario.
Una interpretación tan falsa de la ley marítima ignora el hecho de que las operaciones de salvamento, según el deber de los capitanes de barco de brindar asistencia a las personas en peligro en el mar, se consideran situaciones de fuerza mayor. Por lo tanto, el número de personas a bordo no debe tenerse en cuenta para determinar el cumplimiento de otras disposiciones del Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar.
Con el objetivo de volver al mar lo antes posible, MSF presentará un plan de acción para subsanar rápidamente las deficiencias denunciadas por las autoridades italianas, e indica que «el Geo Barents solo está en el mar debido a la vergonzosa ausencia de capacidad de búsqueda y rescate dirigida por el Estado italiano en la frontera marítima más mortífera del mundo. Los estados europeos han apuntalado a la peligrosa Guardia Costera de Libia y han bloqueado los esfuerzos de las oenegés para llenar el vacío mortal dejado por los estados europeos»