Basada en el best-seller del escritor Sandro Veronesi, quien ganó el prestigioso Premio Strega de las letras italianas con esta novela, «El colibrí», de la realizadora italiana Francesca Archibugi (ganadora en 1988 del Premio Nuevos Directores del Festival de San Sebastián con su ópera prima «Mignon è partita», «Con los ojos cerrados», «Verso será», «El nombre del bambino»), llega esta semana a las pantallas españolas tras participar en los festivales internacionales más importantes (Cannes, Venezia, Toronto…).
La película, que nos relata la historia desde la infancia hasta sus últimos días de Marco Carrera, a quien su madre apodó «el colibrí» porque crecía con retraso y era el más pequeño de la familia, cuenta con un reparto excepcional que encabeza Pierfrancesco Favino «Nuestros mejores años», «El traidor», «Suburra»), acompañado en los principales roles por Nanni Moretti («Mia madre», «Habemus Papam», «La habitación del hijo»), la actriz francesa Bérénice Bejo («The Artist», «De la India a París en un armario de Ikea», «Después de nosotros») y la modelo y actriz polaca Kasia Smutniak («Un atardecer en la Toscana», «Perfectos desconocidos», «Silvio y los otros»). En el casting también los veteranos Laura Morante y Sergio Alberlli, como los padres del protagonista, y Fotini Peluso, su hermana.
Melodrama coral de vidas que se entrecruzan, de los «hilos invisibles» que relacionan a una persona con el resto de la humanidad, «El colibrí» cuestiona el amor y la amistad, la fidelidad, la familia, el dolor y el derecho a disponer de la propia vida. La de Marco Carrera (Pierfrancesco Favino) es una vida de coincidencias fatales, pérdidas y amores capaces de atravesar el tiempo.
La película salta de una época a otra a medida que se van imponiendo los recuerdos, en un tiempo que va desde los años setenta hasta un futuro muy cercano, quizá mañana mismo.
La playa es el escenario donde Marco conoce a Luisa Lattes (Bérénice Bejo), una guapísima adolescente, a la que amará durante toda su vida, con un amor que nunca se transformará en otra cosa ni nunca se apagará, mantenido a base de cartas, llamadas telefónicas y escasos encuentros.
En paralelo, la insatisfactoria vida conyugal de Marco, convertido en médico, transcurre en Roma junto a la esposa Marina (Kasia Smutmiak) y la hija, Adele.
Su otra pasión, el poker, es un juego para el que reúne condiciones y en el que invierte sumas importantes. Marco terminará en Florencia, acompañando el crecimiento de su nieta y aprendiendo del psicoanalista Daniele (Nanni Moretti) como enfrentarse a los golpes del destino.
Los saltos temporales nos trasladan a la noche en que su hermana, lejos de todos, se suicidó; o al día en que, junto a un amigo que entró en pánico, perdió un avión que acabó estrellándose. Un avión al que, también por casualidad, no subió su futura mujer, la azafata Marina.
De todo ello emerge más que un relato una sucesión de recuerdos, la historia de una familia y la gestión de los sentimientos familiares, una suerte de «cadena que se rompe con la última en nacer gracias a la manera poco convencional en que ha crecido (…) Al final, lo que cuenta es vivir más que las ganas de vivir» en una ficción que es historia pero fuera de la Historia con mayúscula: no hay contexto, lo que cuenta es la peripecia del protagonista.
Por mi parte, un emocionado recuerdo final para «Las invasiones bárbaras», la película franco-canadiense con idéntico final que en 2003 dirigió Denys Arcand.
«El colibrí» se estrena en los cines de Madrid el viernes 26 de mayo de 2023.