Las organizaciones Rethinking, Observatorio de Residuos y Greenpeace han hecho público un estudio que cuantifica el coste real que están asumiendo los ayuntamientos españoles por la gestión que hacen Ecoembes y Ecovidrio de los residuos de envases, que supone una deuda, que asumen todos los años los entes locales (los municipios, las provincias y las islas), de más de mil setecientos millones de euros en total: 1699 millones de euros responsabilidad de Ecoembes y 21 millones de Ecovidrio.

El análisis, Los costes ocultos de la mala gestión de los residuos de envases, hace una aproximación sobre la repercusión económica que provoca en las arcas municipales los envases que se encuentran en la fracción resto (cubo gris o todo mezclado).

El estudio evidencia el fracaso del modelo de recogida selectiva actual que, además de ineficiente, es muy costoso para la ciudadanía. Los envases ligeros y de papel-cartón (ambos gestionados por Ecoembes) o de vidrio (gestionados por Ecovidrio) contenidos en el cubo gris o de mezcla, no solo presentan una mayor dificultad para su recuperación, sino que ocasionan unos enormes costes, que al no ser reconocidos como propios por Ecoembes y Ecovidrio, terminan siendo asumidos y pagados por las Entidades locales.

«Gracias a esta investigación, por fin tenemos una radiografía que nos aproxima más a la realidad de los costes ocultos que Ecoembes está dejando de pagar y que está asumiendo la ciudadanía. En un futuro, tanto Ecoembes como Ecovidrio deberán incrementar considerablemente los recursos destinados a financiar la gestión de los residuos contenidos en la fracción resto, y dejar de boicotear alternativas que podrían mejorar la situación como son los sistemas de devolución y retorno de envases. Por ello, es importante que la nueva ley de residuos incluya estos sistemas» ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace.

La dejación en la gestión que Ecoembes hace de sus envases (ligeros y papel cartón) a nivel estatal, desde hace dos décadas, hace que estos tengan que ser costeados por los ayuntamientos con dinero público. De esta manera, la ciudadanía está pagando de media de su bolsillo 36,15 euros cada año por este motivo, cantidad que asciende a 36,59 euros por año si incluimos la gestión de los envases de vidrio gestionados por Ecovidrio. Sobrecostes que, por ley, deberían pagar Ecoembes y Ecovidrio pero que no lo están haciendo. 

Para el estudio se han analizado los costes de la gestión de residuos municipales de España (3540 millones de euro), tomando como referencia 2018, el último año en el que existen datos de producción de residuos publicados por el INE (Instituto Nacional de Estadística). De esta cantidad, el 67,6 por ciento (2393 millones de euros) recae sobre la gestión de la fracción resto. Esta fracción está compuesta, según caracterizaciones llevadas a cabo por el antiguo Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y del Medio Ambiente (Mapama) por una gran cantidad de materiales reciclables, principalmente envases (estos suponen el 26,2 por ciento en peso y el 72,9 por ciento en volumen de nuestro cubo de la basura). 

«El importante volumen que suponen los envases respecto al resto de residuos que se generan en los domicilios exige un elevado número de contenedores en la calle, lo que incrementa los costes de recogida. Del mismo modo, las plantas de tratamiento se dimensionan para poder tratar estos ingentes volúmenes de envases. Todo ello genera unos elevados costes relacionados con la gestión de los envases que no están asumiendo ni Ecoembes ni Ecovidrio», asegura Francisco Peula, presidente de la ONG Rethinking, Observatorio de Residuos.

Tanto Ecoembes como Ecovidrio niegan tener la obligación legal de hacerse responsables de los envases que no se recojan en los contenedores amarillo, azul y verde. Actualmente se limitan a sufragar, mediante incentivos para la recuperación de algunos envases de la fracción resto, una pequeña cantidad de los costes generados por la gestión de estos envases, mientras que el grueso de costes de recogida y tratamiento se sufraga con los impuestos que paga la ciudadanía. Pero con el Anteproyecto de Ley de Residuos (actualmente en trámite parlamentario), Ecoembes y Ecovidrio deberían hacerse cargo de la totalidad de los costes de la gestión de residuos de envases, independientemente del contenedor donde se recojan. 

Una alternativa y mejora sustancial en la gestión de los residuos de envases, sería disponer de un sistema de devolución retorno de envases (SDDR). De esta manera no llegarían al cubo de resto, tirados en calles o en el medioambiente. El coste del sistema, para las arcas públicas y la ciudadanía, es cero. Sin embargo, Ecoembes, junto a la gran distribución, siguen presionando y bloqueando que este sistema no se implante en España.

El motivo de su negativa no es otro que el sistema se financia con el dinero que pagan las marcas que fabrican y venden envases y que son quienes se lucran por estas ventas.

El SDDR ya funciona con éxito en más de cuarenta países y regiones del mundo y sigue implantándose en más lugares como Portugal y Reino Unido.

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