«Dilo alto y fuerte» de Nabil Ayouch, un alegato sobre la liberación a través de la cultura    

Mezcla de documental y ficción, el largometraje «Dilo alto y fuerte» (Haut et forte / Casablanca Beats», del parisino de origen marroquí Nabil Ayouch (Mektoub, Los caballos de Dios, Mutch Love), es todo un alegato sobre la emancipación cultural, política y social, a  través del rap, de un grupo de adolescentes marroquíes, interpretado con valor y energía por un puñado de actores no profesionales. 

Anas (Anas Basboubi), un antiguo rapero, empieza a dar clases en el centro cultural de un barrio popular de Casablanca, donde se mezclan las perspectivas de un futuro económico mejor para un país –que se debate entre el radicalismo religioso y la tentación de la modernidad- con sectores miserables que acogen a los desheredados.

Animados por el nuevo profesor, los jóvenes, procedentes de familias pobres, empiezan a dejar atrás el peso de algunas tradiciones marroquíes para aprender a expresar sus pasiones y sus rencores a través de la música del hip hop. El rap que Anas enseña a sus alumnos predica sobre todo la libertad de pensamiento, provoca debates entre los jóvenes y les impulsa a crecer, encontrar su verdad y su lugar en el mundo.

«Dilo alto y fuerte[1]» es una película de fuerte contenido social que defiende la necesidad de que –en España como en Francia y en otros lugares- los poderes públicos destinen una parte, por pequeña que sea, de los presupuestos a la creación de centros culturales que, mediante el aprendizaje de distintas artes, ayuden a los adolescentes más desfavorecidos a encontrarse y crear un pensamiento crítico que pueda ayudarles a remontar sus condiciones de vida y huir del radicalismo religioso y las tradiciones más perniciosas.  

Para Nabil Ayouch, quien en 2014 fue uno de los creadores del centro cultural Sidi Moumen de Casablanca donde transcurre esta película,  «el cine es un formidable instrumento de esperanza y de reconquista de la libertad de conciencia. Se le podría reprochar que la experiencia (que cuenta en la película) es un dulce sueño despierto. Pero los sueños reinventan el mundo, sobre todo cuando están encarnados en actores tan generosos, y también vigorosos, en cuyos ojos se lee la esperanza de días más brillantes en el Norte de Africa” (aVoir-aLire.com).

Película coral que no peca de exceso de originalidad pero cumple con el cometido pensado por su realizador, en «Dilo alto y fuerte» encontramos  algunas poderosas escenas del grupo de jóvenes durante sus ensayos, y auténtica determinación en los rostros de algunas de las jóvenes asistentes a los cursos.

  1. «Dilo alto y fuerte» se estrena en Madrid el miércoles 21 de diciembre de 2022.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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