Un estudio financiado por el IVACE en colaboración con la Fundación FISABIO y el departamento de Salud de Xàtiva-Ontinyent AINIA, ha desarrollado un protocolo de desinfección de las mascarillas FFP2 y FFP3 para poder reutilizar estas.

Ante la situación de desabastecimiento originada tras la crisis sanitaria por la COVID-19, la comunidad científica ha evaluado diferentes tratamientos de descontaminación que permitirán reutilizar las mascarillas con total garantía de desinfección.

Este método permitirá que las mascarillas, introducidas en bolsas de aluminio individuales reduzcan al menos hasta un 99,999 % la carga biológica contaminante sin afectar la capacidad de filtración de las anteriores.

Según ha explicado Andrés Pascual, jefe de innovación de AINIA, “mojar una mascarilla filtrante FFP2 y FFP3 puede alterar su capacidad de fijación electrostática de partículas, reduciendo significativamente su eficacia filtrante por lo que, de entrada, cabría descartar métodos de descontaminación que empleen agua o líquidos como soluciones alcohólicas, lejía o soluciones jabonosas”.

Para comprobar la eficacia del método de descontaminación, AINIA ha desarrollado una metodología de contaminación de mascarillas con el microorganismo Escherichia coli, empleado como modelo alternativo válido para estudiar tratamientos térmicos frente al SARS-Cov-2 y por ello, se ha podido determinar la eficacia de los tratamientos térmicos consiguiendo reducciones de al menos un 99,999% de Escherichia coli. El estudio se ha ensayado sobre los diferentes tipos de mascarillas y es entonces cuando se han encontrado diferencias respecto a la respuesta de algunos de los materiales utilizados.

AINIA se suma al reto de eliminar la contaminación microbiológica que pudiera haberse quedado en la mascarilla durante su uso y que el tratamiento de desinfección no altere la eficacia filtrante de la mascarilla.

Esta investigación al igual que el resto de acciones desarrolladas por los centros tecnológicos durante la pandemia, ha señalado la directora general del Ivace, Júlia Company, surge del conocimiento acumulado en los más de 400 proyectos desarrollados en los últimos años en colaboración con 1.800 empresas y que hemos financiado desde el IVACE. Esta colaboración ayuda a que las investigaciones de estos centros respondan a las necesidades reales de las empresas y evidencian una vez más, que la apostar por la I+D es una inversión y no un gasto, añade la responsable de IVACE.

AINIA es un centro tecnológico constituido en 1987 como asociación privada sin fines lucrativos. Con 30 años de experiencia, trabaja para impulsar la competitividad de las empresas a través de la innovación. Es uno de los centros tecnológicos europeos con mayor base social empresarial, con más de 700 empresas asociadas y mil trescientos clientes.

Ana De Luis Otero
Periodista. Doctora en Ciencias de la Información. PhD. Máster en Dirección Comercial y Marketing. Fotógrafo. Consultora de Comunicación Socia directora LOQUETUNOVES.COM; Presidenta de D.O.C.E.( Discapacitados Otros Ciegos de España); Secretaria General del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD); Miembro del CEDDD autonómico de la Comunidad de Madrid; Miembro del Consejo Asesor de la Fundación López-Ibor; Miembro del Comité de Ética de Eulen Sociosanitarios; Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland); exdirectora del diario Qué Dicen. Divulgadora científica, comprometida con la discapacidad y la accesibilidad universal. Embajadora de honor "Ñ". Representante en EASPD Europe del CEDDD Inclusive Life

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