Según comentaba acertadamente en un chiste el humorista gráfico Malagón, «En política, cada día se dialoga menos y se rebuzna más». Comulgo con semejante aserto, porque lo cierto es que de un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una serie de declaraciones de nuestra clase política que están próximas a los bramidos, graznidos, e incluso algún rebuzno que aproxima a sus señorías al cuadrúpedo jumento.
Algunos parecen haber olvidado -o no lo han sabido nunca-, que la política es «la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas…».
Para finalizar este año, de cuyo nombre no deberíamos acordarnos, permítanme describir algunas frases que se han dicho en el mundo de la política por gentes que de la cosa sabía un rato. Junto a ello, algún comentario de la casa como aporte testimonial. Algunas frases son para enmarcarlas.
«Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal». (Enrique Tierno Galván). ¿En qué o en quién estaría pensando el viejo profesor e inolvidable alcalde que fuera de Madrid?
«Políticos y periodistas comparten el triste destino de tener que hablar hoy ya de cosas que hasta mañana no comprenderán totalmente». (Helmut Schmidt). Que nos lo digan a más de uno que seguimos en el oficio…
«Los políticos son iguales en todas partes. Prometen construir un puente incluso donde no hay río». (Nikita Krushov). E incluso algunos construyen hospitales sin quirófanos ni personal sanitario, otros un aeropuerto asegurando que es bueno que no haya aviones para que así la gente pueda pasear por la pista… Como diría el torero El Gallo, «hay gente pa tó».
«El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad». (Albert Einstein). El padre de la teoría de la relatividad lo hubiese tenido muy crudo viviendo en estos tiempos en algunos lugares…
«Un político piensa en las próximas elecciones; un estadista en la próxima generación». (James Freeman Clarke). ¿Por cierto, conocen ustedes muchos estadistas en nuestro país?
«Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado». (Alberto Moravia). Por eso la culpa siempre es de los demás, y así uno lava su conciencia.
«El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan». (Arnold Toynbee). Los abstencionistas deberían prestar atención a esta frase.
«Gobernar significa rectificar». (Confucio). Lo dijo este pensador chino hace dos mil cuatrocientos años, y todavía a alguno le da vergüenza ponerlo en práctica. Abracen el confucionismo, al menos por un día…
«La política no se aprende en el Parlamento, sino en casa. Ser demócrata no es una actitud política, es un actitud ante la vida». (Montserrat Roig). Aunque cueste creerlo, todavía alguno no se ha enterado.
«La coalición es el arte de llevar el zapato derecho en el pie izquierdo sin que salgan callos». (Guy Mollet). Pues en algunos sitios parece ser que los callos están haciendo acto de presencia. Se nota en los andares, en las caras, e incluso en algún moño…
«Los experimentos en política significan revoluciones». (Benjamín Disraeli). Lo dicho por este político británico hace doscientos años cobra hoy vigencia en algunos lugares del llamado Viejo Continente con los experimentos que estamos conociendo en los extremos de uno y otro signo político.
«El poder es el afrodisiaco más fuerte». (Henry Kissinger). Seguramente por eso algunos intentan conseguirlo con cualquier tipo de artimañas, mintiendo, faltando a la verdad, utilizando su situación política.
«La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo». (Karl Liebknecht). De ahí la necesidad de elegir políticos que trabajen porque el tándem tú y yo sea posible en una sociedad de libertades y respeto a los unos y a los otros.
«Un buen gobierno es como una digestión bien regularizada; mientras funciona casi no la percibimos». (Erskine Caldwell). Pues falta nos hace que así sea, ya que de un tiempo a estar parte estamos asistiendo a indigestiones varias que habría que intentar evitar.