Qué lejos y que cerca me queda aquel mi primer festival flamenco, la Suma Flamenca 2015, aquella sala San Juan de la Cruz en los Teatros de la Abadía de Madrid, aquel concierto de Daniel Casares, «Picassares», dedicado a su ilustre paisano malagueño, que me descubrió hasta la fascinación al músico Daniel Casares, aquel comentario que hice a mi vecina de butaca: «ha nacido con la guitarra puesta», aquella conversación en su camerino después del concierto, en la que me dijo entre otras cosas que trabajaba más y mejor fuera de España que en España, que en Alemania se veneraba la guitarra flamenca y entre otras su guitarra.
Un concierto compuesto para guitarra y orquesta que dio la vuelta al mundo. Un concierto con el que hizo una descripción musical pormenorizada del pintor malagueño y del flamenco, empezando por malagueñas en recuerdo a la infancia de Pablo, por fandangos El minotauro, por minera Ventana de Luz, por alegrías La vida en color, por tangos «Palabras con alas», el Cubismo por bulerías, el Caballo corneado por soleá por bulerías, los Gritos del silencio por granaína, la chansón París y para recordar en azul una hermosa rumba, de acá y de allá.
Un concierto en el que todos sus temas estaban en el programa de mano, costumbre perdida ahora, incluso en el Auditorio Nacional, donde en los conciertos de guitarra flamenca hay que conocerse de memoria o adivinar temas de álbumes por la música descriptiva de las guitarras, lo que hace disminuir muchísimo el goce de la descripción. El flamenco no es tan diferente en ese aspecto.
Le seguí en el confinamiento en aquel Bálsamo para un país herido que acabó siendo su trabajo Guitarrísimo, con aquel Capote de seda por bulerías, Trasmallo por alegrías, aquel Suspiro al cielo, una fantasía de guitarra y la guinda, la soleá Maestro Évora. El maestro Casares rindió así homenaje a un país muy, muy herido como él sabe hacerlo: creando música, emocionando con su música.
El maestro Évora había orquestado y dirigido a finales de 2018 La luna de Alejandra un concierto para guitarra y orquesta de Casares dedicado a su hija, que ahora, en el estreno en Madrid de su último trabajo El poder de lo sutil, en tres días de conciertos en Flamenco Real, tiene mucho que decir.
Dice Alejandra Casares: «El poder de lo sutil son esas grandes cosas que para nuestros sentidos son muy pequeñas, pero para nuestros corazones son inmensas.»
Padre e hija se han encontrado en este concierto, ella con su alma de niña, aportando la clave de lo que significa este proyecto de su padre, lo importante más allá de lo evidente.
Dice Daniel Casares, el gran artista que ganó con dieciséis años el Premio Nacional Bordón Minero: «El poder de aquello que apenas se adivina. Una guitarra que suena flamenca sin pretenderlo. Una armonía que vuela ligera con la naturalidad de aquello que no requiere de artificios. Notas que fluyen sin buscar el virtuosismo. Y los silencios. Los matices de los silencios que hablan más y mejor que ningún acorde.»
Daniel Casares ha querido crear un repertorio –del que aún no encontramos los temas – en el que lo que predomina es el discurso musical. Todo lo demás es secundario. Lo ha compuesto tanto para guitarra, como para piano, o para instrumento solista y orquesta. En cualquier caso, la esencia se mantiene intacta.
El hilo invisible que une las emociones arraigadas en experiencias personales, está presente en todos y cada uno de esos temas de El poder de lo sutil. Todos ellos tienen una carga emocional importante para el artista, porque nacen de sus vivencias, de su familia, de su entorno, de su lugar en el mundo. Es un trabajo que suena flamenco porque flamenco es el ADN del artista y su corazón lo sabe.
También ha querido rendir homenaje a algunos de los músicos que en un momento u otro de su vida lo influenciaron a través de sus trabajos con ellos y así fueron enriqueciéndolo musicalmente. Ahí estarían Jorge Pardo, Toquinho, Hamilton de Holanda, Lorena Mckenitt, Arturo Díez Boscovich, Cecilia Bartoli, Michael League, Alejandro Sanz, Antonio Orozco, Miguel Poveda, Tony Zenet, Javier Ojeda, Dulce Pontes, Pasión Vega, Cuca Roseta. Un enriquecimiento musical que se va adquiriendo con los años y la diversidad de las experiencias.
Dice Daniel Casares: «Solo el flamenco me hace sentir libre».
Teatro Real: del 22 al 24 de noviembre 2023
Elenco:
- Daniel Casares: Guitarra y dirección musical
- Manuel Montes: Baile
- Manuel Peralta: Cante y palmas
- José Manuel Posada ‘Popo’: Contrabajo y bajo eléctrico.
- Miguel Ortiz ‘Nene’: Percusión