Proyectos civiles en Cuba trabajan en la capacitación, formación de valores en las nuevas generaciones y el trabajo comunitario para enfrentar el racismo y la discriminación racial, problemáticas con una política de gobierno urgida de mayor socialización, informa Luis Brizuela (IPS) desde La Habana.

«Se han logrado grandes avances en materia jurídica. El trabajo académico igualmente destaca por la producción literaria y científica, se han articulado muchas colaboraciones entre grupos históricos del activismo cubano y nuevos actores económicos que igualmente desarrollan actividades de activismo», afirmó a IPS la historiadora Yadira Rachel Vargas.

Pero, contrastó, «desafortunadamente, la ciudadanía no tiene amplio conocimiento de que todas estas acciones tienen un propósito específico y que responden a la promoción y protección de los derechos de los afrodescendientes, que se continúa buscando eliminar las brechas de desigualdad».

Vargas es directora del proyecto Rizo Libre, un emprendimiento de acción cultural y educativa enfocado en la afroestética, nacido en La Habana en 2022.

A fines de enero, Vargas presentó la Colección Cuba: Juegos de Libertad, un kit de siete juegos didácticos para conocer, representar y divertirse con el universo del cabello afro/ rizado, destinado a la población infantil.

Incluye, también de su autoría, el volumen Historias de Afroestima. Mi cabello rizado, primer libro infantil editado en la isla sobre la afroestética, disponible en Amazon.

Sin desconocer el impacto positivo de políticas públicas y cambios culturales en la sociedad cubana en las últimas seis décadas, investigadores y activistas argumentan que el racismo permanece naturalizado en la subjetividad y el imaginario social.

Al respecto, Vargas llamó la atención que «el cabello afro/ rizado, como marcador de discriminación, es una carga que muchos adultos dejan caer sobre los más pequeños».

Entre múltiples tabúes, personas aún consideran «pelo malo» el cabello que no es lacio, un ejercicio de violencia estética y acto de perpetuación del racismo.

Por ello, completó Vargas, «la significación ideo simbólica de llevar el cabello natural afro/ rizado busca ser resignificada con esta colección, que representa y muestra a niñas y niños cuanta belleza hay en la diversidad de sus cabellos, la versatilidad de los mismos. Les da herramientas para conocerlos, cuidarlos y amarlos».

Como creadora de Rizo Libre, «tengo el privilegio de interactuar con una comunidad de personas que no solo se interesan por cuestiones estéticas, relacionadas con su cabello afro/rizado. Ampliamos la mirada hacia temas de defensa de la identidad y valores de la afrodescendencia, la cultura como modo de vida, entre otras temáticas», apuntó.

Políticas

La Constitución cubana reconoce la igualdad de todas las personas ante la ley y proscribe la discriminación racial.

El más reciente Censo de Población, en 2012, arrojó que 35 por ciento de los habitantes de este país insular del Caribe se reconocen como personas mestizas o negras.

Políticas públicas y transformaciones sociales relacionadas con la igualdad de oportunidades y la equidad impulsadas por la revolución de 1959 no han podido desterrar prejuicios asociados al color de la piel, muchas veces imperceptibles.

Las penurias relacionadas con la crisis económica interna, acrecentadas en el último lustro, impactan de manera aún más negativa en personas en situación de pobreza, vulnerabilidad y mendicidad, donde sobresale la población afrodescendiente.

Tanto investigaciones como instituciones reconocen desigualdades asociadas al color de la piel en el empleo en Cuba: personas negras y mulatas están subrepresentadas en el trabajo autónomo, en la gerencia de pequeñas y medianas empresas y en espacios laborales estatales ventajosos.

En contraposición, se encuentran sobrerrepresentadas en las ocupaciones elementales no calificadas, con impactos en los ingresos personales y familiares, además de recibir menores beneficios por remesas.

Predominan mujeres negras y mestizas en el trabajo informal, mientras se contabilizan menos personas no blancas en altos cargos de dirección.

No obstante, en la última década se aprecia una mayor promoción de personas afrodescendientes a cargos políticos y públicos, y aumentó el número de ellas en la locución, conducción de espacios televisivos y actuación en dramatizados.

El cuerpo legal ampara el derecho a obtener un empleo sin importar el color de la piel. También posibilita atender inquietudes poblacionales e institucionales, asociadas a discriminación y prejuicios raciales, un elemento tipificado como delito contra el derecho de igualdad, sujeto a sanción.

En noviembre de 2019 el gobierno de la isla aprobó el Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial, nombrado Color cubano, concebido como una política pública de superación de desventajas asociadas al color de la piel y que propone actuar sobre las causas del racismo de manera multidimensional y desde un enfoque integral afirmativo.

Para su implementación y seguimiento labora una Comisión nacional integrada por una treintena de representantes de ministerios, instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

El 12 de octubre de 2023 quedó inaugurado el Laboratorio Social Color Cubano en el Centro Cultural Quintín Banderas, en La Habana, un observatorio que tributará a la implementación del Programa nacional.

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