No obstante, las habituales provocaciones policiales y sus injustificadas cargas contra los manifestantes, decenas de miles de personas han invadido pacíficamente este 13 de abril 2023 en París la plaza de la Bastilla, al término de tres horas desde su punto de partida en la plaza de la Ópera, en el marco de una nueva movilización en toda Francia en defensa del sistema público de pensiones.

Ante la enorme afluencia de público, la policía ha provocado de nuevo hoy la escisión en dos desfiles de la poderosa manifestación que han confluido hasta la plaza de la Bastilla. Duodécima y masiva jornada nacional de movilización este 13 de abril, respondiendo al llamamiento unánime de la intersindical, y con participación cada vez mayor de la juventud.

El consejo constitucional encargado de interpretar la constitucionalidad del proyecto de Macron aprobado por decreto sin voto del parlamento se reúne este viernes 14 de abril. Su credibilidad democrática dependerá de su decisión.

Si da luz verde al proyecto injusto y brutal del presidente Emmanuel Macron, Francia vivirá durante los próximos cuatro años una crisis social e institucional sin precedentes. La fractura social que Jacques Chirac quiso en su día evitar, será una realidad con graves consecuencias para las instituciones democráticas de esta malograda quinta república francesa.

Un impresionante dispositivo policial ha sido desplegado desde hoy para proteger la sede del Consejo en la plaza del Palacio Real. La intersindical ha llamado ya a una concentración el viernes, no obstante, la decisión de la prefectura de prohibir toda manifestación en ese lugar. Las imágenes hablan por sí solas, y muestra un poder cuya cuestionada autoridad se apoya en la violencia policial.

Los nueve miembros del Consejo constitucional, entre los que figuran personalidades cercanas a Macron, como Laurent Fabius o Alain Jupé, entre otros, tienen en sus manos la posibilidad de invalidar o no ese proyecto. Su decisión tendrá graves consecuencias políticas para el país. ¿El retorno al dialogo y a la paz social con los contrapoderes democráticos retirando esa ley de pensiones, o la opción por la declaración de guerra a la mayoría del pueblo francés?

Macron aislado y protegido por la violencia policial

Macron se encuentra hoy más aislado y desprestigiado que nunca. 95 por ciento de personas activas y 80 por ciento de franceses se oponen a su «contrarreforma». Abucheado en cada uno de sus desplazamientos en Francia o al extranjero, a excepción de su paso por China, en donde sin duda ha apreciado su totalitarismo, el presidente Macron no podrá seguir gobernando impunemente si se obstina en aprobar su proyecto.

¿Los poderosos financieros que llevaron a Macron al poder, seguirán apoyando su ceguera política y su incompetencia diplomática en los próximos cuatro años, aun si las pérdidas económicas se acentúan y si el clima social es permanentemente explosivo?

La deriva autoritaria de Macron y de su gobierno se ha cristalizado en los últimos días en las declaraciones del ministro del interior, Gerald Darmanin, contra la Liga de Derechos Humanos y contra todas las organizaciones de derechos civiles que condenan en el mundo la brutal y desproporcionada represión de la policía francesa contra el movimiento social. Las llamadas a la disolución de la policía BRAV motorizada han sido desestimados por el ejecutivo.

Un retorno a las urnas se hace urgente y necesario para clarificar de una vez por todas los lazos cada vez más estrechos entre la extrema derecha de Le Pen y el gobierno Macron/Borne/Darmanin.  

Algunos editorialistas califican a Macron de «iliberal» comparando la Macrolandia con Hungría o Polonia. Iliberal es un neologismo que tiene sin embargo una definición mucho más clara y evidente: deriva autoritaria hacia la dictadura.

Una recomposición del paisaje político en el marco de una sexta república se impone como la más saludable salida a esta profunda crisis institucional, que reclama justicia social y el fin de los obscenos privilegios del capital financiero.

Julio Feo Zarandieta
Periodista profesional en Francia desde 1976. He trabajado durante 35 años como periodista (Responsable de edición y critico de cine) en el servicio en castellano de Radio Francia Internacional. Pero también como corresponsal en París de diversos diarios y semanarios españoles y critico en Cine Classics (canal plus). Jubilado desde el 2013, escribo ahora en Periodistas en español y en Aquí Madrid. Miembro del Sindicato Francés de la critica de cine y de Fipresci, he cubierto numerosos festivales de cine internacionales, muy especialmente Cannes y San Sebastián. Militante antifranquista en los años sesenta, resido en Francia desde 1974, fecha en que me acordaron el asilo político. Hoy en día tengo la doble nacionalidad hispano francesa.

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