Paula Maddox

La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) ha elaborado una guía en la que ofrece una serie de pautas sencillas para facilitar y apoyar la comunicación con personas sordas.

Esta guía, a su vez, puede ser muy útil para los profesionales de la salud (enfermeros, médicos, farmacéuticos…) que tengan que relacionarse con personas con sordera en estos momentos de crisis sanitaria.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que «con las mascarillas puestas, no es posible para la persona sorda leer los labios de quien le habla». Además, la escucha es menos nítida e inteligible, «por lo que se añaden dificultades y es más importante aún asegurarse de que la persona sorda está entendiendo el mensaje», explican.

Por otro lado, en caso de hospitalización, y cuando sea posible, también hay que facilitar a la persona sorda el uso de su prótesis auditiva y proveerle de pilas para su correcto funcionamiento.

Durante la interacción…

  • No le hables nunca sin que te esté mirando.
  • Háblale de frente y con el rostro bien iluminado.
  • Sitúate a su altura con especial cuidado si estás ante una persona que no está de pie o si se trata de un niño/a.
  • Habla con naturalidad, vocaliza bien, pero sin exagerar. No hables deprisa ni demasiado despacio.
  • Habla en un tono de voz normal, audible si estás en un ambiente de ruido, pero sin gritar.
  • Utiliza frases sencillas. No hables con palabras sueltas ni con frases entrecortadas. Usa un vocabulario común.
  • Si no te entiende, repite tu mensaje. Puedes cambiar alguna palabra por otra más sencilla, pero repite siempre la frase completa y contextualiza el mensaje.

Así mismo, para apoyar la comunicación, desde Fiapas recomiendan respetar los turnos en la interacción e indicar quién habla en cada momento. «Además, hacer sencillos gestos naturales puede ayudar a comprender el mensaje», apuntan.

Guía útil elaborada por Fiapas

Mascarillas trasparentes, una nueva opción

Una nueva opción para facilitar la comunicación con personas con sordera ha venido de la mano de Ashley Lawrence, una joven estadounidense. Ashley ha diseñado unas mascarillas que sirven para protegerse de los posibles contagios por coronavirus pero con la novedad de que estas son trasparentes.

«Modifiqué el modelo para adaptarlo a aquellas personas que pueden leer los labios o que, durante la comunicación con el lenguaje de señas, se fijan en las expresiones faciales para comprender los significados y las intenciones. Se pierde información si no se puede ver la cara», confesó la joven.

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