Cuando nos adentramos en el mundo laboral, no sólo tenemos que contar con buena disposición o formación. Las grandes empresas y los puestos más relevantes hablan de personas con empleabilidad, un término que si no conoces, deberías empezar a manejar y en el que deberías empezar a invertir tiempo; y es que la empleabilidad es el potencial de las personas de cara a una empresa. Es la capacidad de un profesional para ser contratado por una u otra empresa, pero, además, para tener oportunidades dentro de ellas para poder progresar.

Características de una persona con gran empleabilidad

Es evidente que para resultar el candidato más atractivo para las empresas, debemos contar con una buena formación. Por tanto, invertir en nuestros estudios será uno de los primeros pasos para poder tener una gran empleabilidad. No nos referimos únicamente a estudios universitarios. Lo cierto es que estudiar una FP en Madrid puede abrirnos muchísimas puertas; y es que hay trabajos mucho más técnicos que no requieren estudios superiores.

Además de centrarnos en la formación en sí, también es importante fijarse en otros aspectos como la flexibilidad, la adaptabilidad que tengamos, la creatividad, nuestras habilidades sociales o nuestra capacidad de liderazgo.

Renovar las habilidades digitales

Es indudable que hoy por hoy todos contamos con habilidades digitales. No obstante, para poder tener una empleabilidad mayor, debemos renovar estos conocimientos constantemente. Es decir, estar siempre a la última en cuando a herramientas digitales se refiere.

Tener buenas referencias

Una buena carta de presentación es importante. Las buenas referencias pueden marcar la diferencia. Intenta, por tanto, tener una red de contactos estable que puedan, en un momento dado, redactar una carta de recomendación para ti.

Profesores de tu centro, tutores de tus prácticas o cualquier autoridad que esté relacionada con tu ámbito laboral serán más que suficiente.

La primera impresión

No podemos negar que las primeras impresiones y importan, y mucho. Cuando acudas a una entrevista de trabajo, además de fijarte en tu aspecto externo, intenta trabajar tu discurso.

Por ejemplo, está bien que seas una persona seria, las empresas quieren personas serias capaces de comprometerse. No obstante, también quieren personas agradables que tengan buen humor. Un equilibrio entre una personas con cierto toque informal capaz de ser todo lo profesional que el puesto requiere.

Debemos mostrarnos como personas con confianza en nosotros mismos, capaces de controlar nuestro lenguaje corporal y de convencer de que somos el mejor activo para esa empresa.

Formación constante

No podemos caer en el error de pensar que una vez salimos al mundo laboral, ya no necesitamos formarnos. En cualquier disciplina y ámbito, la formación continua es importantísima. Los tiempos cambian, la industria también. Las herramientas de trabajo van variando e incluso el cliente final cambia en cuanto a sus necesidades se refiere. De esta forma, no estar al día de todos estos cambios puede restarnos muchísimos puntos para ser personas con gran empleabilidad.

Intenta leer blogs relacionados con tu entorno laboral. Revistas especializadas o seguir cuentas en Redes Sociales de personas que se encargan de informar sobre las últimas tendencias en ese sector.

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