Cuando en mayo de 1961 el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza adquirió «Joven Pareja» del artista Emil Nolde, iniciaba un cambio en el coleccionismo de la saga Thyssen. Su padre, Heinrich Thyssen había reunido una extraordinaria colección de maestros antiguos; cuando su hijo compró el Nolde se iniciaba «la Mirada» hacia los movimientos artísticos del siglo veinte.

¿Qué es el coleccionismo? ¿Una obsesión por conservar, un delirio por el saber, un deseo de notoriedad, un amor al conocimiento, un pasión por la historia? Es todo eso y mucho más.

El coleccionismo parece ser una tendencia natural en el hombre, desde épocas primitivas algo llevó al ser a recolectar semillas y granos, a acumular maderos, piedras y elementos que le rodeaban.

En la Historia aparece el rey de Asiria Asurbanipal como uno de los primeros reyes en guardar en una biblioteca las tablillas con textos escritos sobre su imperio. Algo parecido hicieron Platón y Aristóteles con los libros y esa tendencia se incrementó con la Biblioteca de Alejandría. Por otra parte, no fueron solo libros lo que se conservó, los griegos adornaron y cuidaron obras de arte y objetos, en sus templos y palacios.

En el Renacimiento, la nobleza y la aristocracia se interesaron por auspiciar y conservar objetos artísticos y pinturas, a través del mecenazgo. Surge así, el “coleccionismo de arte” que va a desarrollarse a través de los siglos hasta la actualidad. Hoy son los millonarios, las empresas o instituciones las que buscan arte, en algunos casos por inversión, en otras para estudio y documentación del patrimonio cultural, otras por prestigio y en otros casos, por pasión e interés en el arte. El asesoramiento de las piezas se ha hecho indispensable, de ahí la opinión de expertos, historiadores y curadores ante la pieza a adquirir y de las consideraciones históricas, artísticas, técnicas, de autenticidad, ante la adquisición.

La mayoría de las más importantes colecciones de arte se deben a privados que se interesaron por obtener las obras deseadas o apreciadas según la historia del arte, las etapas del artista o las tendencias artísticas. Generalmente, estas colecciones han sido donadas a instituciones, fundaciones o museos, para enriquecer el acervo patrimonial y cultural.

Una colección privada de arte puede pertenecer a una persona o familia, por lo tanto, responde a los gustos o preferencias del sujeto, aunque también a las tendencias en ese momento del mercado y al ascenso de determinados artistas. Muchos museo, como el Metropolitan de New York, recibieron donaciones de colecciones privadas que acrecentaron su legado. En otros casos, especialmente en el siglo diecinueve y veinte, surgen museos creados para alojar las colecciones, es el caso de la Colección Frick de New York, el Getty Center de Los Angeles, el Museo Thyssen en Madrid, entre los más importantes.

KIRCHNER, Ernst Ludwig_Fränzi ante una silla tallada, 1910_789 (1961.8)

En 1993, el Estado español adquirió la mayor parte de la colección Thyssen; una significativa selección de obras del Expresionismo alemán pasó a pertenecer al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, un arte hasta el momento inexistente en las colecciones españolas.

El expresionismo fue un movimiento cultural que surge en Alemania, aunque puede considerarse también como una tendencia artística, un estilo que aparece a través de la historia del arte.

Como movimiento artístico-cultural aparece a principios del siglo veinte, abarca todas las artes: las plásticas, la danza, el cine, el teatro, la fotografía, la música, la arquitectura y la literatura. Surgió como una reacción al Impresionismo y al Naturalismo, enfatizando los aspectos emocionales e intuitivos que se manifiestan en el arte; frente a la «impresión», se valoriza la «expresión», el sentir profundo del creador, exacerbando las formas, exagerando los contenidos y dando un fuerte énfasis a los sentimientos y su manifestación. La revista Der Stum difundió la filosofía y la estética del movimiento, que algunos estudiosos considerar como el «alma del pueblo germánico».

En las artes plásticas, el movimiento tuvo dos grupos artísticos relevantes: Die Brucke, que aparece en 1905 en Dresde y Der Blaue Reiter, fundado en Munich en 1911. Entre los artistas mas destacados pueden citarse: Kate Kolwitz, Otto Mueller, Franz Marc, James Ensor, Edvard Munch, Ernest Ludwig Kirchner, Emil Nolde, Max Pechstein, Karl Schmidt-Rottluff, Erich Heckel, sumándose también Vasili Kandinski, Paul Klee, Marianne von Werefkin, August Macke, y posteriormente los artistas de la llamada Nueva Objetividad: George Grosz, Otto Dix, Max Beckmann, Christian Schad, o el grupo de Viena con Egon Schiele y Oskar Kokoschka. Se adhirieron asimismo, artistas de Francia, España, Bélgica, Suiza, Italia y de Latinoamérica y Rusia; fue un movimiento de gran alcance internacional.

Por primera vez, la exposición Expresionismo alemán, en la colección del barón Thyssen-Bornemisza, cuya curaduría estuvo a cargo de Paloma Alarcó, jefa de Pintura Moderna del museo, se ofrecerá al público entre el 27 de octubre de 2020 al 14 de marzo de 2021, en las Salas temporales del museo Thyssen.

En esta exposición se podrán apreciar un conjunto de pinturas del movimiento Expresionista, que quedó en manos de su mujer Carmen Thyssen-Bornemisza y de sus hijos, ofreciendo una mirada renovada sobre los cuadros que cambian su habitual distribución cronológica en las salas.

Esta muestra cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid, y forma parte de las conmemoraciones en el museo del centenario del nacimiento del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, que se celebrarán durante el 2021.

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