Un equipo de cirujanos de columna pertenecientes al Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico San Carlos, de la red pública de la Comunidad de Madrid, ha efectuado la primera intervención quirúrgica robótica de columna vertebral en un hospital público en España.

La intervención ha consistido en fijar mediante tornillos las vértebras del paciente, que presentaba espondilolistesis L5-S1, es decir, un desplazamiento de la quinta vértebra lumbar sobre la primera sacra.

La operación se ha hecho con mínimas incisiones de unos tres centímetros de largo, para lo que se ha empleado por primera vez un robot que ha asistido a los cirujanos en la colocación de los tornillos

El paciente fue dado de alta sin complicaciones a las 48 horas. Antes de la operación tenía un importante riesgo de desplazamiento de dichas vértebras, con el consiguiente aumento del dolor lumbar, e incluso de lesión neurológica motora de la raíz afectada y el riesgo subsiguiente de impedir un caminar normal.

Los cirujanos planifican la intervención mediante un TAC efectuado previamente al paciente, que se fusiona con las imágenes radiológicas obtenidas en el quirófano, consiguiendo, de esta manera, una imagen virtual en tres dimensiones.

El robot guía al cirujano para la colocación de los tornillos pediculares en el lugar exacto de las vértebras. Su extremada precisión, incluso en el caso de que existan anomalías anatómicas, permite utilizar tornillos más largos y anchos para sujetar mejor las vértebras y reduce considerablemente el riesgo de mala posición de los tornillos que puede conducir a la lesión de nervios o vasos sanguíneos, con las consiguientes consecuencias negativas para los pacientes.

El Hospital Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid dispone del robot en virtud de un convenio entre la industria y este hospital público, por ser referente en la cirugía de columna. Gracias a esta colaboración público-privada, los pacientes del Hospital Clínico que requieran una intervención de columna vertebral y cumplan los requisitos médicos, entre 250 y 300 pacientes al año, podrían beneficiarse de esta tecnología sin que suponga un coste adicional a la sanidad pública madrileña.

Entre las principales ventajas de esta novedosa técnica, apropiada para las cirugías mínimamente invasivas, se encuentran una menor tasa de infección (alrededor del 0 por ciento por entre un 7 y 8 por ciento en la cirugía convencional); menor estancia hospitalaria (alta entre 48 y 72 horas, mientras que el período de hospitalización en una cirugía convencional en este tipo de patología es de aproximadamente diez días); menor utilización de camas de UCI; menor sangrado del paciente; menores complicaciones que la cirugía abierta y menor tiempo de recuperación para el paciente.

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