Hasta el 14 de enero, se puede visitar «Amazônia» en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa de Madrid; una exposición que ha recorrido ya Los Ángeles, Sao Paulo, Río de Janeiro, Londres, París, Roma, y que irá posiblemente a Barcelona. Su protagonista, el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado nos sitúa ante el intento desesperado de salvar el pulmón del planeta, recordándonos que la destrucción de la Amazonia tiene mucho que ver con nuestro modo de vida y nuestro nivel de consumo: cultivos y minerales que necesitamos se obtienen en la Amazonia.

Mientras tanto, el Papa Francisco ha publicado la carta «Laudate Deum», en la que advierte sobre los efectos devastadores del cambio climático, de lo que responsabiliza al estilo de vida occidental.

También han sido muchas las noticias sobre la sequía del Río Negro, afluente del Amazonas, que alcanza su menor caudal en la historia por causa de los efectos del fenómeno del Niño y del cambio climático, lo que pone en riesgo a las comunidades rurales de la Amazonia brasileña y para lo que se deberían tomar medidas de forma inmediata, como reportan distintas instituciones que trabajan en favor de una Amazonia sostenible.

Célia Xacrioabá, congresista indígena de Brasil, señalaba en un artículo titulado «Petición a Lula da Silva para vetar una ley que devastará la Amazonia», aparecido a primeros de octubre en Aquí Madrid, que en el Congreso de Brasil se había aprobado un proyecto de Ley que daría carta blanca a la industria minera y a los responsables de la deforestación «para invadir nuestra selva y nuestras tierras sagradas»; el artículo se acompañaba con una campaña de firmas.

Por otra parte, un gran estudio de teledetección aérea ha revelado la existencia de más de diez mil yacimientos arqueológicos precolombinos bajo la selva de las Amazonia.

Al respecto, Vinicius Peripato, del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE) ha dicho: «Los bosques amazónicos merecen claramente protección no sólo por su valor ecológico y medioambiental, sino también por su alto valor arqueológico, social y biocultural, capaz de enseñar a la sociedad moderna cómo gestionar de manera sostenible sus recursos naturales».

Al menos, con el gobierno de Lula, la deforestación de la Amazonia se ha reducido a la mitad en los últimos meses como aseguran los datos recogidos desde satélites del citado instituto.

Greenpeace deforestación Amazonia Brasil © Greenpeace / Natalie Behring-Chis, 2004.
Greenpeace deforestación Amazonia Brasil © Greenpeace / Natalie Behring-Chis, 2004.

Numerosas organizaciones han denunciado la presencia en la Amazonia de empresas que financian la deforestación para que las multinacionales del sector cárnico satisfagan la demanda de carne. La producción ganadera es responsable del noventa por ciento de la deforestación.

Según Miguel Ángel Soto Caba, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace, «La demanda de la UE de materias primas (soja, aceite de palma, carne, papel, etc…) sigue siendo responsable de la deforestación. Y los gobiernos europeos lo saben…Por el bien de la Amazonia, la vida de los pueblos indígenas y el clima global, el Gobierno español y la sociedad civil no pueden aceptar más un modelo de negocio destructivo y defectuoso, que se basa en la destrucción de los bosques y en la expansión de la producción de carne».

Empresas de varios países europeos, también de España, importan carne procedente de la deforestación de la Amazonia. Y a ello hay que añadir el impacto de los grandes proyectos hidroeléctricos o el de la extracción ilegal de oro con el vertido de mercurio a los ríos, lo que tiene importantes repercusiones para la salud y el medio ambiente en las zonas indígenas.

¿Podrá el presidente Lula revertir todo esto?
¿Serán capaces los gobernantes de los países amazónicos de acabar con la minería ilegal vinculada al narcotráfico?
¿Acabarán los asesinatos de defensores de los derechos humanos que defienden la tierra, el territorio y/o el medioambiente, muchos de ellos indígenas?
¿Será capaz la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) -que se celebra en Dubai entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre- de aportar soluciones a la emergencia climática que vive la Amazonia?

Veremos…Mientras tanto, visitemos «Amazônia» y consultemos la obra de la profesora Carmen Velayos Castelo sobre «ecoética» o ética del medio ambiente, basada en el respeto a una naturaleza de la que somos parte.

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