Negociadores del Parlamento Europeo (PE) y de los Gobiernos de la UE han alcanzado un acuerdo que establece en cinco apartados cómo compartir la gestión de los flujos de migración y asilo entre los Estados miembros y qué hacer en caso de crisis migratoria repentina, así como las normas que regularán cómo gestionar la llegada de personas a las fronteras exteriores de la UE, la tramitación de las solicitudes de asilo y la identificación de los que llegan.

Tras alcanzar este acuerdo el miércoles 20 de diciembre de 2023, la presidenta del PE, Roberta Metsola, ha dicho que «es un día histórico, ya que acordamos el Pacto de Migración y Asilo, posiblemente el paquete legislativo más importante de este mandato.
Europa dispondrá ahora de un marco legislativo sólido que será el mismo en todos los Estados miembros. Una normativa que funcione y proteja, con un enfoque humano y justo para aquellos que buscan protección, firme con aquellos que no cumplen los requisitos y contundente con los que explotan a los más vulnerables».

Añadió que «la migración fue la primera preocupación para los ciudadanos de la UE en las elecciones de 2019, y llegar a un acuerdo sobre este paquete antes de fin de año es un gran éxito para los grupos políticos proeuropeos del centro del espectro antes del comienzo de un año electoral en Europa».

El nuevo reglamento de gestión del asilo y la migración establece la solidaridad obligatoria para los países de la UE reconocidos bajo presión migratoria, permitiendo a otros Estados miembros elegir entre reubicar a los solicitantes de asilo en su territorio o hacer contribuciones financieras. El texto también determina nuevos criterios según los cuales un Estado miembro es responsable de examinar las solicitudes de protección internacional (antiguas normas de Dublín).

Para responder a los aumentos repentinos de llegadas, el reglamento de situaciones de crisis y fuerza mayor establece un mecanismo para garantizar la solidaridad y medidas de apoyo a los Estados miembros que afronten una afluencia excepcional de nacionales de terceros países que provoque el colapso del sistema nacional de asilo.

Las normas también cubren la instrumentalización de los migrantes, es decir, cuando éstos son utilizados por terceros países o agentes no estatales hostiles para desestabilizar la UE, y prevén una posible excepción temporal a los procedimientos de asilo estándar.

En virtud del nuevo Reglamento de control y procesamiento de datos de los migrantes, las personas que no cumplan las condiciones para entrar en la UE serán sometidas a un procedimiento de control previo a la entrada, que incluirá la identificación, la recogida de datos biométricos y controles sanitarios y de seguridad, durante un máximo de siete días.

Se tendrán en cuenta las necesidades específicas de los niños y cada Estado miembro dispondrá de un mecanismo de control independiente para garantizar el respeto de los derechos fundamentales.

Por su parte, el Reglamento sobre procedimientos de asilo establece un sistema común en toda la UE para conceder y retirar la protección internacional, en sustitución de varios procedimientos nacionales. La tramitación de las solicitudes de asilo será más rápida, con un máximo de seis meses para una primera decisión, con plazos más breves para las solicitudes manifiestamente infundadas o inadmisibles y en las fronteras de la UE.

Por último, la reforma de Eurodac pretende identificar mejor a quienes llegan a territorio de la UE, añadiendo imágenes faciales a las huellas dactilares, incluidos los niños a partir de seis años. Las autoridades podrán registrar si alguien puede representar una amenaza para la seguridad, si la persona es violenta o va ilegalmente armada.

El acuerdo provisional debe ser adoptado ahora formalmente por el Parlamento y el Consejo antes de que pueda convertirse en ley. Los colegisladores se comprometieron a aprobar la reforma de las normas de migración y asilo de la UE antes de las elecciones europeas de 2024.

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