Actualidad de las novelas de Wenceslao Fernández Flórez

Cuatro de sus mejores novelas se han publicado en un solo volumen

Cuando en 1985 se conmemoró el centenario del nacimiento de Wenceslao Fernández Flórez (la fecha exacta es aún hoy objeto de discusión), el crítico Rafael Conte denunciaba que había pocos escritores en la historia de la literatura española peor tratados por la posteridad.

En efecto, después de ser uno de los autores más leídos en vida, con verdaderas masas de seguidores fieles a sus obras y a sus artículos en la prensa de la época, el silencio se abatió sobre sus novelas después de su muerte y la crítica popular lo ignoró para siempre.

Su negativa a afiliarse con armas y bagaje a los vencedores de la guerra civil tal vez influyera en esta marginación, aunque escribiera duramente contra la República artículos (y novelas: «Una isla en el mar rojo») y tuviera que refugiarse en las embajadas de Argentina y Holanda para salvar la vida y exiliarse desde allí a Portugal.

Fue maurista, aceptó la dictadura de Primo de Rivera y aplaudió el golpe de Estado de 1936, aunque no se sirvió mucho de sus prebendas. El crítico de teatro Eduardo Haro Tecglen contó que un día le dijo: «Ahora que han ganado los míos ya no puedo escribir».

Nacido en la ciudad de A Coruña, donde también reposan sus restos, miembro de la Real Academia Española desde 1934 (aunque no pudo leer su discurso de ingreso hasta 1945), de aspecto siempre elegante, incluso atildado; conservador, escéptico, apegado a la soltería como a un salvavidas que procuraba su independencia personal, manifestó siempre un ideal vanguardista (incluidos el pacifismo y un ecologismo avant la lettre) nunca bien entendido.

Está sin embargo en sus novelas: la inevitabilidad del mal en «Las siete columnas» y «El malvado Carabel», la represión sexual en la España de su tiempo en «Relato inmoral», el papel de la mujer en «Volvoreta», la crítica a la hipocresía y al señoritismo hispánico en «Las aventuras del caballero Rogelio Amaral», a la sociedad de consumo en «El hombre que compró un automóvil», el antimilitarismo en «Los que no fuimos a la guerra».

A Fernández Flórez se le ubica literariamente en la llamada Generación del 14, con Gabriel Miró, Pérez de Ayala y Gómez de la Serna, continuadores de las orientaciones del Modernismo y el 98.

Cuando se habla de W.F.F. (estas siglas lo identificaron durante muchos años) siempre se recuerda su recurso más enriquecedor, el humor, que atraviesa toda su obra, desde la periodística a la literaria. Según Torrente Ballester ese humor se caracteriza por su espontaneidad y «no (es) –escribió el autor de «La Saga/Fuga de JB»- un artificio intelectual superpuesto a la obra misma, como pudiera ser el caso de otros contemporáneos». Este humor le ha servido a W.F.F. para escribir algunas de las mejores sátiras de la vida social española y quiso dejar muy claro que no se identificaba con la broma y el chiste.

En 1914, después de haber alcanzado una cierta notoriedad como articulista en el periodismo gallego y también como novelista de relatos cortos, se trasladó a Madrid para escribir en «ABC» crónicas parlamentarias (puesto en el que sustituyó a Azorín) y artículos de todo tipo, que reunió en «Acotaciones de un oyente 1916-1918» y «Mis mejores páginas». Llevó consigo a toda la familia a un piso de la calle de Alberto Aguilera y vivió con su madre toda la vida, hasta la muerte de ésta dos años antes que la suya en 1964.

Cuatro novelas con Galicia al fondo

En su elogiosa labor de rescatar grandes obras de la literatura contemporánea, la editorial Biblioteca Castro acaba de publicar un volumen con cuatro de las mejores novelas de Fernández Flórez en edición a cargo de Miguel González Somovilla.

«Volvoreta» salió en 1917 inaugurando la colección de narrativa popular ‘El libro para todos’, que alcanzaba tiradas de treinta mil ejemplares. Con un estilo literario que se enmarca en el naturalismo de la época, sitúa la acción y los personajes en la Galicia de su adolescencia, en Gándara, un territorio que conoce y que bautiza con un nombre inventado. Historia de amor frustrado, es al mismo tiempo una crítica social al distanciamiento entre clases, una reflexión sobre el enfrentamiento entre campo y ciudad y una condena del caciquismo, uno de los males de la Galicia de siempre.

Inspirada en la fábula del personaje del título, en «El secreto de Barba Azul» (1923), su protagonista, Mauricio Dosart, intenta investigar en los misterios filosóficos que justifican la vida de los seres humanos, desde el patriotismo a la paternidad. Galicia también está aquí en personajes como la cuidadora del protagonista y las leyendas de meigas y trasnos que narra al convaleciente.

En «Las siete columnas» (1926) Florio Oliván vive en un mundo sin pecados capitales, una gracia concedida por el Diablo. Pese a lo que pueda parecer, un mundo sin pecados capitales resulta ser más triste e infeliz que cuando la lucha entre el bien y el mal protagonizaba los avances de la humanidad, porque los pecados eran las siete columnas sobre las que se sostenía el edificio de la civilización y el progreso.

La novela «El bosque animado», de 1943, parecía estar condenada a ser el mayor de los fracasos de W.F.F., pero un tardío reconocimiento de sus cualidades literarias y la ayuda de las adaptaciones cinematográficas de Antonio Francisco Simón y José Luis Cuerda lograron rescatarla de un olvido cuando menos injusto.

Aquí Fernández Flórez utilizó sus mejores recursos estilísticos, que aplicó a un escepticismo melancólico narrado con el humor típico de sus libros y además provisto de un fondo de galleguidad presente también en otras de sus obras. Se trata de una historia que trata con humor las creencias de leyendas gallegas en torno a las almas en pena y la santa compaña, situada en el entorno de la fraga de Cecebre, en Cambre (A Coruña), que el autor conocía muy bien. A destacar la sucesión de personajes esperpénticos que protagonizan los relatos fantásticos de la novela.

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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