La Unidad de Atención Domiciliaria del SUMMA está de luto, según ha informado la Consejería de Sanidad de Madrid, porque un sanitario de 61 años, Luis Pérez Suárez, ha fallecido por coronavirus.
Bajo el grito de dolor, «todos podemos ser Luis, doblando, no viajando», sus compañeros se unen al dolor de la familia de este querido médico fallecido por hacer su trabajo sin EPI.
Según los contagios conocidos a sanitarios en la región, son 3102 profesionales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) los afectados, aunque el sindicato CC.OO. estima que, al menos, 302 están en aislamiento por la enfermedad y, otros tantos, aún desconocen si padecen o no el COVID-19.
Las organizaciones sindicales que componen la mesa sectorial de la Sanidad, SATSE, CC. OO., AMYTS, CSIT, Unión Profesional y UGT, se han dirigido a la dirección de Recursos Humanos del Sermas para comunicarles su desacuerdo a la hora de recibir información puntual de sus compañeros y colegas afectados, así como otros datos relativos al COVID-19 de los que no tienen constancia, independientemente de su queja permanente por no disponer de material adecuado para atender a los pacientes. El riesgo que están corriendo a diario es muy alto y las noticias de contagios a sanitarios no dejan de aparecer.
Al menos 12 300 sanitarios han resultado contagiados, es decir, un 15 por ciento de los casos según los datos que recoge el Centro de Coordinación y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Aunque el 85 por ciento de ellos evoluciona bien, otros han tenido peor suerte; el doctor Francesc Collado Roura, quien fue el primer sanitario fallecido en Barcelona el 18 de marzo con 63 años; Encarna, una enfermera de Vizcaya de 52 años; una doctora rural, Isabel Muñoz, de 59 años, quien murió sola en casa, así como el óbito de una doctora en Mota del Cuervo de 27 años.
En todos existía el nexo común de no contagiar a nadie más, de estar aislados, de curarse para poder seguir atendiendo a sus pacientes. Héroes de bata blanca con bolsas de basura y gafas de buceo en una España del progreso en pleno siglo XXI. En el caso de Luis, fue algo parecido, pero es el primero del SUMMA.
El delegado de Atención Primaria, Víctor Manuel López Castejón, familiar del doctor Pérez Suárez, ha escrito este texto para despedir a un compañero querido.
“Luis ha sido el primero. El primer médico del SUMMA y el primer médico de hospitales HM en morir por el Covid -19 en Madrid.
No estaba viajando las semanas previas a infectarse. Estaba doblando. A mí me enseñó a intubar y más cosas, relacionadas con la medicina de urgencias (aún no existe la especialidad en España) y con la vida.
Me enseñó a ser buena persona, no con consejos: con ejemplo. Toda la vida trabajando en dos sitios para poder dar a sus tres hijos la posibilidad de estudiar y formarse. Los tres han hecho una carrera: dos de ellos son médicos, y saben bien que su padre ha muerto por falta de EPI en su trabajo. No se infectó «viajando».
Toda la vida doblando, atendiendo pacientes, salvando vidas, enseñando a los compañeros más novatos… y no ha podido jubilarse.
A mí me enseñó a intubar, y más cosas. Y ha muerto en una UCI intubado durante siete días. No estaba viajando cuando se encontró con el Covid-19. Estaba doblando. Y no ha podido jubilarse. Ha muerto por una ‘enfermedad común’.
Ha sido el primero. No te olvidaremos Luis. Lamentablemente puede no ser el único.
Adiós Luis Pérez Suárez. Descansa en paz.
[…] Aunque sí hay un supuesto en el que el fallecimiento por COVID-19 se considera accidente laboral. Es accidente laboral cuando se pruebe que el contagio que ha provocado la muerte se ha producido «exclusivamente» a la hora de trabajar. Pero la contrapartida de este supuesto, según el sindicato, es que «si nos guiamos por el criterio de baja o alta exposición al virus, queda reservado a grupos muy específicos de la población, como es el personal sanitario». […]
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