El programa de Prestación Ambiental Sustitutoria (PAS) que gestiona el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid cuenta progresivamente con más adeptos, indica su responsable, Borja Carabante, quien ha cifrado el incremento en un 66,8 por ciento desde septiembre de 2019 hasta la actualidad. 

Varón, de entre 18 y 29 años, de origen madrileño, con estudios universitarios y pillado in fraganti orinando en la vía pública. Así es el perfil mayoritario de los ciudadanos que, cada vez más, deciden conmutar sus sanciones por trabajos en beneficio de la ciudad tras haber infringido la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos o la Ley de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid. 

Durante los veinticuatro meses del primer contrato de PAS de la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos (del 20 de julio de 2017 a la misma fecha de 2019) se contabilizaron 1211 participantes. Desde el 2 de septiembre de 2019 y hasta el 22 de noviembre de este año la cifra alcanza los 925 ‘penitentes’. Esto se traduce en una media mensual de 50,4 personas durante la primera fase y de 84 al mes en el periodo vigente.

El delegado del área ha comprobado en la plaza de Pablo Ruiz Picasso, en AZCA (Tetuán), los trabajos que desarrollan los integrantes de este programa, donde se encontraba uno de los usuarios que finalizaba sus 53 horas de medidas educativas por haber sido interceptado por los agentes de la autoridad mientras hacía un grafiti. La permuta municipal le ha permitido ahorrarse una multa de dos mil euros y, como ha reconocido, le ha servido para interiorizar la importancia de cuidar la ciudad.

El 85 por ciento de los participantes del programa son hombres; casi un 70 por ciento tiene entre 18 y 29 años (poco más del 15 por ciento es mayor de 40 años) y cerca de la mitad tiene o cursa estudios universitarios. Salvo un 5 por ciento, que no presenta estudios primarios, el resto de participantes posee al menos estudios secundarios y medios.

Más del 95 por ciento de los participantes reside en la Comunidad de Madrid, siendo nueve de cada diez de nacionalidad española, mientras que el 10 por ciento restante procede de catorce nacionalidades diferentes.

Funcionamiento del PAS

Los ciudadanos participantes en el programa efectúan, como medidas alternativas al pago de las sanciones, actuaciones básicas de limpieza viaria (barrido manual con cepillo y escoba, vaciado de papeleras, retirada de pegatinas y carteles en mobiliario urbano y uso del carro de la limpieza, entre otras funciones).

Para su adecuada ejecución se dispone de educadores/tutores sociales (uno de ellos realiza labores de coordinación), personal administrativo y personal operario de apoyo, así como una oficina base situada en la almendra central de Madrid y furgones auxiliares para el transporte de personal y material.

El número de jornadas a compensar se calcula según la siguiente equivalencia:

  • 100 euros = 4 horas (1 jornada).
  • 200 euros = 8 horas (2 jornadas de 4 horas o 1 jornada de 8 horas).
  • 300 euros = 10 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • 400 euros = 12 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • 500 euros = 14 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • 600 euros = 16 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • 701 euros = 18 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • 751 euros = 20 horas (en jornadas de 4 u 8 horas).
  • A partir de 751 euros, de forma progresiva.
Limpio Madrid escoba

Las sanciones que se pueden convalidar

Las sanciones que pueden ser convalidadas mediante la PAS aparecen recogidas en la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Madrid y en la Ley 4/2016, de 22 de julio, de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid.

Por un lado, se pueden permutar todas las infracciones tipificadas como leves en el artículo 86 de la OLEPGR: grafitis, abandono de residuos en espacios públicos, no reciclar correctamente, depositar residuos fuera de las papeleras (colillas, chicles, cáscaras de pipas, etc.). También las tipificadas como graves en el artículo 87: cambio de aceite en la vía pública, hacer necesidades fisiológicas en la calle, abandonar muebles y electrodomésticos en lugares no habilitados o no recoger los excrementos de las mascotas.

El 52 por ciento de los participantes han conocido la existencia del protocolo PAS a través de un amigo, un 28 por ciento a través de la notificación de la sanción, el 7 por ciento por Internet y el 6 por ciento por el Ayuntamiento. Para sumarse al programa, el infractor ha de solicitarlo expresamente una vez iniciado el procedimiento sancionador y en el periodo de quince días de alegaciones, siempre que reconozca explícitamente su responsabilidad. Transcurrido dicho plazo, no podrá solicitarlo.

Las actividades se hacen siguiendo todas las recomendaciones de seguridad ante la COVID-19 y los ‘penitentes’ cuentan con todos los equipos de protección individual necesarios. 

Tipos de infracciones

El 85 por ciento de los participantes (casi ochocientos participantes) ha solicitado la prestación para sustituir la multa por orinar en la vía pública; el 7,4 por ciento representa al colectivo que no recicla los residuos bien; el 3,9 por ciento de los participantes ha conmutado una multa por residuos derivados del botellón; el 1,7 por ciento de los participantes ha sustituido una multa por hacer grafitis, y el resto (entre un 0,1 por ciento y un 0,5 por ciento) se debe a arrojar o verter residuos, no hacer uso de los contenedores apropiados o, en el porcentaje más bajo, no recoger las heces caninas.  

El PAS persigue una finalidad educativa y social que pretende generar en el ciudadano infractor una mayor implicación en el cumplimiento de la norma y, a la vez, reponer a la comunidad con su esfuerzo personal los daños o perjuicios que pudiera haber ocasionado con su conducta infractora, además de aminorar las consecuencias gravosas que le pueda suponer el pago de una multa pecuniaria.

Al finalizar la educación, se hace una encuesta a los ciudadanos que han desarrollado el programa. El 91 por ciento de los participantes valora muy positivamente la posibilidad de conmutar sanciones económicas mediante trabajos sustitutorios y el 77 por ciento de ellos considera que tiene una alta implicación en el carácter educativo de la tarea.

Por otro lado, el 82 por ciento se muestra muy satisfechos con la información recibida y el 76 por ciento valora muy positivamente la eficacia del protocolo a nivel de sensibilización y toma de conciencia personal para el debido cumplimiento de la norma.

De hecho, es frecuente que los participantes reconozcan durante el desarrollo de las jornadas de limpieza que también cometían otras infracciones (por ejemplo, arrojar colillas al suelo, depositar residuos fuera de los contenedores, abandonar residuos derivados del botellón, no recoger excrementos caninos, etc.), pero el hecho de meterse en la piel de un operario de limpieza les ha hecho valorar el trabajo físico, esfuerzo y dedicación que conlleva y las consecuencias de la falta de civismo.

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