La ONU ha exhortado a la solidaridad con el pueblo de Yemen, donde Naciones Unidas estima que podría haber un millón de casos de COVID-19 y advierte que habrá una hambruna inminente y devastadora si no se consiguen fondos para asistir a la población.
En un evento de alto nivel sobre Yemen organizado el 17 de septiembre de 2020 por la ONU para pedir apoyo internacional frente a los efectos de la pandemia de COVID-19, el aumento de los ataques y el empeoramiento de la situación humanitaria, el secretario general, António Guterres, indicó que si bien los casos reportados de COVID-19 apenas superan los dos mil, expertos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres estiman que ya sumarían un millón los contagiados por el coronavirus en el país árabe.
António Guterres agregó que en ese escenario, la tasa de mortalidad llegaría al treinta por ciento debido a la destrucción de las instalaciones de salud durante el conflicto, según calcula la Universidad John Hopkins.
Escalada de violencia
Guterres también dijo que los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita y los enfrentamientos terrestres entre esas fuerzas y los houthis han causado numerosas víctimas entre la población civil.
Además, se estima que más de catorce mil migrantes están varados en Yemen y que muchos de ellos no tienen acceso a la asistencia alimentaria y de salud que brindan las agencias humanitarias de la ONU y sus socios en el terreno.
El titular de la ONU deploró la escalada de violencia pese a que las partes en conflicto han manifestado apoyo a su llamamiento a un alto el fuego global en el marco de la pandemia.
Añadió que agosto 2020 fue el mes con más muertes en lo que va de este año y detalló que una de cada cuatro víctimas civiles feneció o resultó herida dentro de la casa.
En este contexto, instó nuevamente a todos los actores a que cooperen con el enviado especial de las Naciones Unidas a ese país y a que «se comprometan de buena fe y sin condiciones con los esfuerzos por llegar a un acuerdo sobre la Declaración Conjunta».
Guterres explicó que esa declaración comprendería un alto el fuego nacional y medidas económicas y humanitarias para generar confianza y permitir la reanudación del proceso político.
Afirmó, asimismo que la Organización seguirá apoyando la implementación de los entendimientos ya alcanzados en el país.
Urgencia de recursos
Guterres conminó a los donantes internacionales que cumplan con sus promesas de financiar el plan de respuesta de la ONU en vista de que sólo han desembolsado el treinta por ciento de la cantidad solicitada para las operaciones humanitarias.
Subrayó que se trata del nivel más bajo de recursos a esta altura del año.
Finalmente, el Secretario General advirtió que se están cerrando programas de asistencia vital y recalcó el peligro de una «hambruna devastadora» en el país si el dinero no llega pronto.