El abanderado del izquierdista Frente Amplio, Yamandú Orsi, un profesor de historia de 57 años, ganó la segunda vuelta de la elección presidencial del domingo 24 en Uruguay, y gobernará desde el 1 de marzo de 2025 con Carolina Cosse, ingeniera y exintendenta de esta capital, como su vicepresidenta, informa la IPS desde Montivideo.
«Voy a ser el presidente que llame una y otra vez al diálogo nacional. El país de la libertad, la igualdad y también la fraternidad triunfa una vez más. Sigamos por ese camino», dijo en su primer discurso, ante miles de seguidores que festejaban en la avenida costanera de Montevideo, el retorno de la izquierda al poder.
Será el cuarto quinquenio que gobernará la izquierda desde el regreso de la democracia, hace cuatro décadas, a este país de 3,4 millones de habitantes.
La fórmula Orsi-Cosse obtuvo 1.196.798 votos (49,84 por ciento), frente a 1.101.296 (45,87 por ciento) del conservador Álvaro Delgado y su compañera de boleta Valeria Ripoll, ambos del Partido Nacional del actual presidente Luis Lacalle Pou, apoyados por el otro partido tradicional uruguayo, el Colorado. Hubo 4,29 por ciento de votos nulos y en blanco.
Por contraste con las marcadas asperezas y lacerantes divisiones políticas en otros países de la región, este año electoral cerró en Uruguay con expresiones de moderación entre líderes confrontados, como Orsi, Delgado y Lacalle Pou, y con compromisos de trabajar juntos para hacer avanzar al país.
La economía, la desigualdad y la inseguridad pública -once homicidios por cada cien mil habitantes, la mitad de la medida mundial- figuran como las principales preocupaciones de los uruguayos, en particular de los habitantes de la capital.
El Frente Amplio, bajo la consigna electoral de «cambio seguro», se propone responder con «soluciones ambiciosas y transformadoras» a esas áreas críticas, con reformas al sistema de protección social y la creación de «un sistema integral de lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico».
La búsqueda de consensos está marcada además porque la casi paridad de fuerzas mostrada en el resultado electoral, se acompaña de un dominio casi paritario en el parlamento: el Frente Amplio tiene 16 de los 30 senadores, pero solo 48 asientos, dos menos que la mayoría, en la Cámara de Representantes, que cuenta 99.
«Entendamos que hay otra parte de nuestro pueblo que, como nosotros hace un tiempo, hoy está con otro sentimiento. Esa gente también nos tendrá que ayudar a construir un país mejor, a ellos también los precisamos», dijo Orsi en su discurso.
Uruguay, de 3,5 millones de habitantes –más de la mitad en la capital, Montevideo- y una fuerte tradición como país ganadero, tiene un alto índice de desarrollo humano según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pero cerca de diez por ciento de la población vive en condiciones de pobreza.
Orsi prometió abordar esa situación con aumento de la productividad, mejor formación de los trabajadores y mejoras en la seguridad social, y se mostró reacio a pechar con nuevos impuestos a las empresas y potenciales inversores.
Tanto Orsi como Cosse han militado en el Movimiento de Participación Popular, una deriva de la desaparecida guerrilla urbana Movimiento de Liberación Nacional «Tupamaros», y que con otra docena de formaciones de izquierda y centroizquierda ha dado vida, durante medio siglo, al Frente Amplio.
El próximo presidente es hijo de un trabajador rural y una costurera, cuya familia también operó una tienda de comestibles, se formó como docente de Historia y se integró al trabajo político en el Frente, hasta llegar a intendente de Canelones, una ciudad cercana a Montevideo, entre 2015 y 2024.
Considerado por la prensa como discípulo de José «Pepe» Mujica, referente de izquierda uruguaya y quien fue presidente entre 2010 y 2015, Orsi asumió como su primera tarea este lunes 25 visitar en su chacra (finca) a su mentor, ya muy delicado de salud a sus 89 años.
Agnóstico –fue monaguillo católico cuando niño-, practicante de danza folclórica en su juventud, Orsi está casado y tiene dos hijos.
Cosse (64), ingeniera electricista, madre de dos hijos, dirigió la Administración Nacional de Telecomunicaciones durante la presidencia de Mujica, antes de optar a cargos de elección popular.
Apenas proyectados los resultados de la elección, la mayoría de los gobiernos de América y Europa hicieron llegar mensajes de felicitación al pueblo uruguayo por la jornada, y a Orsi y Cosse por su victoria.