Inocencia Soria[1]

Una de las cosas más apreciadas, entre las muchas que la gente madrileña de Vallecas echamos de menos en este confinamiento del coronavirus, es el movilizador acontecimiento cultural que se celebra desde hace más de veinte años: Vallecas Calle del Libro.

En estos días de abril de 2020 estaba previsto que más de sesenta entidades vecinales, educativas, culturales y sociales de los distritos de Puente y Villa de Vallecas participaran como todos los años en la veintiuna edición de Vallecas Calle del Libro.

Bajo este nombre se unifican un conjunto de actividades apoyadas por institutos, colegios, asociaciones de vecinos, bibliotecas, centros culturales y librerías y promovidas por una de las organizaciones más valoradas del amplio tejido asociativo vallecano, Vallecas Todo Cultura, empeñada en elevar el nivel cultural del barrio promocionando la lectura en sus calles.

Los casi trescientos actos preparados para este mes habrán de posponerse para octubre.

Las actividades previstas abarcaban desde encuentros con el poeta Manuel Rico y la edición gratuita de una antología de sus poemas, pasando por la conmemoración del centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós con lecturas teatrales, recorridos galdosianos y exposiciones de sus textos a, finalmente, un montón de actividades relacionadas con el país invitado de este año.

China, país invitado

En los últimos años han pasado como países invitados por Vallecas Calle del Libro: Brasil, Portugal, Mali y Senegal; y comunidades españolas como Islas Canarias, Cataluña, Euskadi y Galicia.

Este año estaba prevista, ya desde el pasado octubre, la República Popular China como país invitado. En colaboración con la Cátedra China, la Casa de China en Madrid y otras entidades de amistad hispano-china, estaban ya organizados multitud de actos: conferencias, películas, exposiciones, talleres de artesanía, literatura y ópera para acercar la cultura de este país a Vallecas.

También estaba en marcha el séptimo Certamen de Microcuentos y otro certamen para construir la figura de alguno de los ocho mil guerreros de terracota de Xian utilizando cualquier formato y material (papel maché, gomaespuma, madera, metal, fluorescente…)

Antonio Albarrán

Y en este abril recordamos con ternura a la persona clave que impulsó esta efervescencia cultural vallecana de todas las primaveras y que murió el pasado 6 de noviembre: Antonio Albarrán, quien era el presidente de la Fundación Vallecas Todo Cultura y recibió en 2004 el Premio Nacional de Fomento a la Lectura.

Había sido cura, Consiliario Nacional de la JOC (Juventud Obrera Cristiana) en los años sesenta, testigo de la defensa en el proceso 1001 contra Comisiones Obreras, delegado de Pastoral Obrera en los días de Tarancón, cuando los guerrilleros de Cristo Rey interrumpían los actos en el Seminario de Madrid, había apoyado muy discretamente a la UMD (Unión Militar Democrática) y había terminado dejando, como muchos otros curas comprometidos, el sacerdocio.

Antonio Albarrán dirigió la Editorial Popular que tanto peso tuvo en la difusión de la cultura política en España. También fue director durante cuatro años de la Feria del Libro de Madrid.

Desde una de las tertulias literarias, de la que él formaba parte, en la Librería Muga de Vallecas, echamos de menos su talante, su sonrisa y su apacible chispa discutidora.

Con su recuerdo seguro que podremos celebrar la aplazada edición de Vallecas Calle del Libro en la segunda quincena de octubre.

  1. Inocencia Soria es bibliotecaria y colaboradora de Periodistas en Español
  2. Autora de El amanecer de las bibliotecas populares. El caso de Vallecas

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