Juan de Dios Ramírez-Heredia[1]
Difícilmente podemos iniciar nuestro comentario de presentación de la Memoria de Actividades de nuestra organización, Unión Romaní, durante el año 2021 sin tener presente lo que decíamos el año anterior, porque las circunstancias, especialmente las económicas, no han estado a la altura de nuestras expectativas.
La maldita pandemia y la recesión económica que está padeciendo no solo España sino todos los países de nuestro entorno, se ha cebado de forma inequívoca en los segmentos más pobres de la población. Echar una mirada a nuestros orígenes nos puede ayudar a entender mejor los motivos de nuestras preocupaciones.
Decíamos el año pasado que durante los primeros treinta años nos habíamos distinguido por ser los impulsores de que los gitanos y las gitanas fueran los artífices de su propio destino y administradores de su libertad. Durante muchos años, casi toda la acción social dedicada a nuestro pueblo había estado en las manos de organizaciones religiosas.
En honor de la verdad fue Cáritas Diocesana de Barcelona, y junto a ella unos cuantos entregados jesuitas, quienes pusieron en marcha programas muy avanzados para su época porque intentaban implicar a los gitanos en las labores de su propia promoción.
Los gitanos seguimos viviendo horas bajas
La realidad que hoy vive el pueblo Gitano en España no tiene nada que ver con la de aquellos primeros años. Al llegar la democracia en 1977, el 80 por ciento de los gitanos y gitanas eran analfabetos y el índice de pobreza de nuestras familias era absolutamente tercermundista. Hoy esa lacra ha quedado reducida a una parte de los ancianos y personas muy mayores de nuestra comunidad.
Las atenciones de los diferentes gobiernos de la nación hacia los más necesitados de nuestro país son evidentes. Y en alguna medida también nosotros nos hemos visto beneficiados. Sin embargo, cuando observamos el ritmo de crecimiento de nuestra sociedad, constatamos que nosotros, los gitanos y las gitanas españoles seguimos ocupando el último lugar en el ranking del progreso y el desarrollo.
En 2021, nuestra entidad ha desarrollado dieciocho programas de carácter social y asistencial en diferentes ámbitos. Los principales ejes de actuación han sido la educación, la formación de adultos e inserción laboral y la acción divulgativa y cultural. Lo que ha supuesto una intervención directa y personal con 2256 usuarios de los cuales 1378 fueron mujeres y 878 hombres.
Presentes en el ámbito de la cultura
Nuestra organización mantiene una relación directa y personal de carácter periódico con 48.527 personas e instituciones. A las que hay que añadir los destinatarios directos de NEVIPENS ROMANI y de la revista trimestral O TCHACHIPEN que alcanzan la cifra de 96.000 ejemplares. En términos de impactos potenciales y siguiendo el análisis de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) y la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), elaborado por Media Hotline, podemos afirmar que nuestra acción divulgadora alcanza una ratio de 576.000 personas.
El año pasado decíamos que, a estas alturas, se impone definir con claridad, qué es lo que de verdad queremos conseguir los gitanos españoles. ¿Queremos ser, de verdad, administradores de nuestra cultura y defensores de nuestra peculiar manera de entender la vida? España es un territorio especialmente propicio para que sus diferentes comunidades puedan defender libremente su identidad. La Constitución Española lo permite y a ella nos confiamos.
En este campo queremos destacar la elaboración de nuestro programa estrella «¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el pueblo gitano» que este año, lamentable e incomprensiblemente, ha visto drásticamente reducida la subvención que lo hacía posible. A pesar de todo hemos mantenido vivo el contacto con cinco Facultades de Ciencias de la Comunicación de otras tantas universidades españolas del que se han beneficiado tres mil estudiantes de periodismo.
La falta de recursos nos ha impedido adelantar los trabajos de la Modernización del fondo documental de nuestra organización, que posiblemente sea el más importante, cuantitativa y documentalmente del mundo. Para llorar.
Finalmente, nuestro compromiso con la comunidad gitana mundial, y con la europea en particular, cosa que llevamos a cabo a través del Centro de Producción Editorial y Divulgación Editorial (CPEDA) ha publicado el ensayo «En defensa de los mendigos».
Claridad presupuestaria por encima de todo
Acceso a la Memoria de Actividades donde los números cantan y dan una idea de lo que hacemos con el dinero que recibimos y en qué lo gastamos.
- Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya es abogado y periodista. Presidente de Instituto Romanó para Asuntos Sociales y Culturales