Una noche en la Caracolá lebrijana

Hace nada menos que cincuenta y siete años, más de medio siglo, con lo que han cambiado las cosas en España desde 1966, que se inauguró en Lebrija un Festival flamenco que lleva el nombre de una de las exquisiteces de la tierra, los caracoles de Lebrija, auténtica tradición de conservas, tapas y festines de caracoles, es decir, caracolás.

Decidieron que se llamara Caracolá, en una reunión en el mítico Bar Paula, los gestores de uno de los festivales más señeros del flamenco, Pedro y Vicente Peña, El Paula, Francisco Dorantes, el Piro del Cuervo, Francisco Sánchez Segura, Eusebio Mendaro… entre otros.

Y en aquella primera Caracolá del 9 de septiembre de 1966 actuaron artistas de Lebrija, Jerez y Utrera, que son primos, El Borrico, El Lebrijano, Perrate, Miguel Funi, Pedro Peña, Manuel Jero, Parrilla, Manolito de María, Luis Caballero, Curro Malena, el gran Camarón de la Isla, El Viá, Paqui Peña, Niño Blanquita, Manolito Romero, Diego Vargas, El Turronero y el grupo Feria de Mayo.

Apellidos de ese triángulo mágico del flamenco, los Peña, Fernández, Soto, Valencia, Carrasco, Bacán, Perrate, Jero, Vargas, Malena, De Paula, Funi, Dorantes, Parrilla, Méndez, Garrido, Montoya, Monge, aristocracia gitana del cante, toque y compás, cuna y gloria del flamenco de este privilegiado triángulo bajo andaluz, sin el cual no se entendería la historia del flamenco.

Caracolá 2022

La Plazuela del Mantillo (mantillo de agua subterránea) como protagonista de los conciertos nocturnos. Del 15 al 23 de julio han pasado por el escenario la guitarra de José el Ciego, los cantes de Israel Fernández y La Tana, Lole Montoya y Rycardo Moreno, David Palomar. Nuestra noche del 22 de julio, Anabel Valencia y la del 23, al cierre, Esperanza Fernández, la imposición del Caracol de Oro a los gerentes del Bar Paula, Francisco Carrasco y María Valencia, en representación del mítico bar. Y como broche de oro a esta Caracolá, el patriarca de los Sordera de Jerez, Vicente Soto y su hija Lela, celebrando su Herencia.

La noche de Anabel Valencia

Anabel Valencia en la Caracolá 2022 de Lebrija
Anabel Valencia en la Caracolá 2022 de Lebrija

Anabel Valencia Vargas, esencia de la generación joven del cante lebrijano, estuvo Remolineando alrededor de su ilustre saga cantaora en el escenario de la Plazuela del Mantillo, arropada por la guitarra de Curro Vargas, el compás de Juan Diego Valencia y Javi Peña, el piano de la ilustre jerezana Rosario Montoya la Reina Gitana y como artista invitada la incomparable María Terremoto. Un cartel de lujo para una noche memorable.

Nunca antes había coincidido en vivo y en directo con Anabel Valencia como protagonista. Y me encantó su elegancia, su saber estar en escena y por supuesto el color de su voz, sus registros, su técnica vocal tan lebrijana, sus matices personales que dan a su cante identidad propia, inconfundible. Me han dicho muchos artistas flamencos herederos como ella de dinastías flamencas históricas, que la genética es importante, pero que lo más importante es la constancia en el trabajo personal. Y eso en Anabel es un axioma. Ahí lleva desde niña cuidando y mimando su voz, haciéndola crecer. Desde aquel disco que grabó con diecisiete años a lo de esta noche, hay toda una historia de compromiso con su cante.

Anduvo remolineando por soleá, malagueñas, alegrías de Cái. Dio protagonismo a Rosario Montoya, que nos regaló con unos tientos de composición propia, (la Reina Gitana fue premio superior de composición en el Conservatorio Manuel de Falla de Cádiz y única mujer de etnia gitana pianista) y que dedicó a Anabel Valencia.

Luego Anabel Valencia y María Terremoto –que comparten manager- en homenaje a Juan Peña El Lebrijano, cantaron a dúo La Galera, que ellas dedicaron a Tito Juan.

Anabel por seguiriyas se dejó el alma. Las bulerías con María Terremoto, tuvieron aromas de Santiago y Lebrija, con rítmica tan diferente, que ellas convirtieron en clase magistral de bulerías, cercanas y enriquecedoras de ese cante tan de aquí.

Un final típico de la tradición flamenca de la tierra, todos al cante y al compás, como en reunión de fiesta familiar, al compás de palmas la Reina Gitana, al compás de guitarra Curro Vargas. Ahí estuvieron el niño y el sobrino de Anabel Valencia, apuntando maneras de baile el sobrinillo, disfrutando y haciendo disfrutar de la noche lebrijana, en plan piña de familia gitana, algo que no se ve en ninguna otra parte del mundo y que da envidia sana y ganas de haber nacido en una familia gitana de este sur. Quizá en la próxima vida.

Teresa Fernández Herrera
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

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