«Una mujer italiana (Cabrini)», dirigida por el mexicano Alejandro Monteverde («Sound of Freedom», «Little Boy», «Bella»), está protagonizada por Cristiana Dell’ Anna («Aquí me río yo», «En la Toscana»), John Lithgow («El mundo según Garp», «Los asesinos de la luna», «La fuerza del cariño»), David Morse («La milla verde», «En tierra hostil», «La roca»), Giancarlo Giannini (»Hannibal», «Casino Royale», «El fuego de la venganza») y Federico Castelluccio («Los Soprano», «El cantante», «El doble de la novia»).
Basada en hechos reales, «Una mujer italiana (Cabrini)[1]» es un drama de época ambientado en la ciudad de Nueva York que cuenta la historia de la religiosa Francesca Cabrini, primera mujer elevada a la categoría de santa por la iglesia católica en Estados Unidos, fundadora a finales del siglo diecinueve, de la congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.
Nombrada patrona de los inmigrantes, Cabrini dedicó su vida a los más vulnerables, especialmente a los niños construyendo, con ayuda del resto de monjas de su comunidad, hospicios y casas de acogida. En 1946, la hermana Francesca Cabrini fue canonizada por haber dedicado su vida a los inmigrantes italianos en Estados Unidos.
Francesca Cabrini es una monja inmigrante italiana, decidida y audaz, que saltándose las normas de la sociedad patriarcal en que ha crecido llega en 1889 a Nueva York, donde los inmigrantes italianos, pobres y analfabetos, son despreciados, lo que se traduce en enfermedades, crimen y, sobre todo, niños que transcurren sus días en un entorno miserable, compartiendo el espacio y los escasos alimentos que consiguen con las ratas que salen de todos los agujeros.
En ese ambiente hostil, Cabrini emprende una audaz misión para convencer al hostil alcalde de que garantice vivienda y atención médica a los más vulnerables de la sociedad. Con un inglés deficiente y mala salud, Cabrini usa su talento emprendedor para construir los primeros hospicios para niños de la calle en Nueva York, una vez que ha vencido las trabas de un Vaticano poco sensible a las causas defendidas por la religiosa que, al final de su vida, logró cumplir su sueño levantado un auténtico imperio con más de setenta instituciones, creadas en distintos lugares del mundo.
La película –demasiado grandilocuente, demasiado larga, demasiado gritona y con ínfulas feministas- es un homenaje al trabajo de la religiosa y una reivindicación de quienes, como ella, luchan contra la adversidad demostrando perseverancia, empatía y compromiso con los ideales humanitarios, y dedican su vida a los demás enfrentándose a los prejuicios de aquel tiempo.
- «Una mujer italiana (Cabrini)» llegará a las pantallas madrileñas el viernes 19 de mayo de 2024.