La Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (MEDSAP) ha convocado la 99 Marea Blanca, que saldrá a las calles de Madrid con el lema «Negocio antes que salud ¡Nada ha cambiado!» con el que retrata el modelo de gestión de la sanidad pública en la Comunidad Autónoma, que ha llegado a límites nunca conocidos de incumplimientos e inacción en el funcionamiento del servicio público más significativo para el estado de bienestar que tiene encomendado.
La MEDSAP Marea Blanca lleva once años explicando a la opinión pública el daño que implica mantener un «modelo político que solo responde a la ambición de partidos ansiosos por el poder que carecen de calidad democrática», señalan sus portavoces Carmen Esbrí y Marisa Torres, quienes indican que «intentar eludir este diagnóstico y edulcorar ante los ciudadanos esa trampa camuflada que se produce en las urnas, activando cuestiones que pueden ser interesantes pero que no se encaminan a subsanar el mal, es engañar y engañarnos».
Recuerdan que la COVID-19 demostró que no se podía convertir la salud en producto de mercado, porque con la gestión que desarrolló el gobierno de Isabel Díaz Ayuso «sólo gastaron dinero, perdieron tiempo y oportunidades», ya que la importancia de la Atención Primaria y la necesidad de reconstruir el sistema de salud con mayor financiación, recursos humanos y materiales, con máximo fortalecimiento de la salud mental comunitaria «quedaron metidas en cajones y abandonados».
Y concluyen que:
- No hay intención de reconstruir los servicios públicos, fundamentales para la redistribución justa de la riqueza, así se justifica la privatización del sistema.
- No hay democracia sin derechos garantizados, no hay reconstrucción de la salud sin servicio sanitario público adecuadamente financiado; con médicos suficientes y con equipos completos.
- No hay solución para los más de novecientos mil adultos sin equipos de referencia y trescientos mil niños sin pediatra, tampoco para los no regularizados.
Agregan que los acuerdos parciales que se han alcanzado con algunos colectivos de facultativos no sirven de nada porque «no los van a cumplir», y exigen que los poderes públicos cumplan con la Ley General de Sanidad (1986) vigente; que paralicen las privatizaciones y se proceda a fortalecer el sistema sanitario con una gestión pública, abandonando el mantra demoledor de la mal llamada «colaboración público privada», que en Madrid se ha traducido por una «auténtica parasitación de lo público a manos del lucro privado».
Sostienen que ese modelo es decadente y anula la posibilidad de futuro con proyección saludable para personas y sociedad, además de sembrar una corrupción extendida, tolerada e instalada, que ha quedado clara en la Comunidad de Madrid, al poner el negocio por encima de salud, tras una pandemia y ahora con la nueva crisis de una guerra no elegida.
Y lanzan en consecuencia el ¡ no ha cambiado nada ! para esta 99 Marea Blanca, porque «el neoliberalismo mata, pero no vamos a rendirnos, hay que desprivatizar para empezar a sanar».
