Nueve artistas internacionales han esculpido un magnífico belén de arena en la playa tarraconense de La Pineda.
Desde hace más de 20 años, un pequeño rincón de Tarragona deleita a grandes y pequeños con unos espectaculares belenes realizados con 400 toneladas de arena.
La Pineda es un pequeño reducto del pueblo de Vilaseca, separado por cinco kilómetros del núcleo urbano, cuyo principal atractivo es una preciosa playa. A un costado de la misma se levanta todos los años un singular nacimiento, con una temática diferente cada vez.
Este año han realizado un particular monte Rushmore, el conjunto escultórico esculpido en granito entre 1927 y 1941 en Dakota del Sur (Estados Unidos) dedicado al cambio climático. En él, las ofrendas de los Reyes Magos son molinos de viento y placas solares, el nacimiento desaparece bajo las aguas del mar y al “caganer” (una figura exclusiva de Cataluña) le acompañan un montón de residuos.
Al frente del equipo de nueve escultores del pesebre ha estado Núria Vallverdú, quien ha coordinado al grupo internacional procedente de Bélgica, Países Bajos, Letonia, Dinamarca y Chequia, además de catalanes. Algunos, especialistas en esculturas de hielo y nieve, han participado ya en ediciones anteriores.