La educación pública ha dejado de ser gratuita en España. O a lo peor no lo ha sido nunca.

Un informe de la Asociación Proyecto del Menor, una organización que se dedica a ayudar a los niños sin posibilidades económicas, ha llegado a la conclusión de que «pese a que nuestra Constitución estipula el derecho fundamental de la infancia a la educación, este derecho sigue vulnerándose en la medida en que la educación , lejos de ser gratuita supone un gasto importante en materiales escolares, cooperativas de aula y actividades escolares que, al realizarse en horario lectivo, suponen un desembolso (excursiones, entradas de teatro, etc) que muchas familias no pueden permitirse»

El Proyecto del Menor extrae estas conclusiones de los resultados de su trabajo en este inicio de curso 2022/23 sobre la población escolar de Leganés, un municipio situado en la periferia de Madrid que podría equipararse a la mayoría de los pueblos de los extrarradios de las grandes ciudades de España.

Los datos en España hablan de un veinticuatro por ciento de la población menor de dieciocho años sometida a distintos grados de pobreza incluida la pobreza severa. Aplicando esos datos a las cifras demográficas de Leganes, en este pueblo viven alrededor de ocho mil menores pobres.

El proyecto del menor ha atendido, utilizando donativos en efectivo o en materiales o subvenciones municipales, a un total de 58 familias que pedían ayuda para materiales escolares, libros de inglés con sus cuadernillos, o gastos para cooperativas de aula.

Esas ayudas han servido a un total de 110 niños para mantenerse en sus clases sin perder el ritmo de la media de los alumnos. Es destacable el hecho de que en el caso de la enseñanza del idioma ingles, la mayoría de los alumnos asisten tras las clases en el colegio público a academias de profundización en la lengua inglesa que los alumnos pobres no pueden pagar.

Como resultado los profesores de ingles siguen el nivel de la media de la clase lo que acaba marginando a los alumnos sin posibilidades económicas de pagarse una academia.

En el caso de las cooperativas de aula su coste oscila entre los treinta y cien euros anuales, un gasto extra muy lejos de las posibilidades de esa cuarta parte de la población escolar de la que hablamos.

Muchas familias de las que han recibido las ayudas cobran el Salario Mínimo de Integración.(SMI)

Las condiciones educativas de la enseñanza primaria y secundaria se prolongan de alguna manera en la enseñanza universitaria donde tanto el precio de la matriculas como la necesidad, casi imperiosa, de seguir un máster tras concluir el ciclo universitario normal, casi siempre caro y cuyo horario excluye la posibilidad de trabajar simultáneamente, dan al actual esquema educativo un sesgo de clase que anula de hecho el carácter de elemento nivelador de las desigualdades sociales que tradicionalmente se le atribuía a la enseñanza gratuita contemplada en la Constitución.

Si eres mas rico conseguirás un nivel educativo que te permitirá progresar económica y

socialmente. De lo contrario no. Las polémicas becas de la comunidad de Madrid donde no se contempla la situación económica del solicitante inciden en esta dirección.

El informe del Proyecto del Menor concluye que la escuela «es un lugar privilegiado para poder detectar las dificultades de la población infantil y juvenil» y reclama la adopción de «medidas de equidad cumpliendo el derecho constitucional a la educación, un derecho que requiere, para su cumplimiento de la gratuidad real de la educación»

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