Un juzgado de Madrid ha decidido suspender cautelarmente el Proyecto de Urbanización del APR 2.6-02 «UE 2-Montegancedo», paralizando así las talas planificadas en el bosque Montegancedo, en Pozuelo de Alarcón. Esta medida responde a la petición presentada por la Federación Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, priorizando la conservación de un enclave de alto valor botánico y ecológico sobre el desarrollo urbanístico.
El Juzgado Contencioso-Administrativo nº 9 de Madrid ha emitido un auto que suspende cautelarmente el proyecto de urbanización del APR 2.6-02 «UE Montegancedo» del Plan General de Ordenación Urbana de Pozuelo de Alarcón, aprobado el pasado 17 de abril de 2024. La resolución judicial, fechada el 26 de julio de 2024 y comunicada a la Federación Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid el mismo día, admite la solicitud presentada por la organización ecologista el 28 de junio.
Según los informes periciales presentados por Ecologistas en Acción y los argumentos legales aportados, el juzgado concluyó que «nos encontramos ante un área de un gran valor botánico y ecológico, así como el hábitat ideal para una serie de especies de rapaces protegidas».
En el fallo, el juez resalta que «si no se suspendiera la ejecución del proyecto de urbanización, el recurso perdería su finalidad, ya que cuando se dictara sentencia, si fuera favorable a la recurrente, toda la zona habría desaparecido y perdido su valor botánico y ecológico, y la desaparición de las aves rapaces, sin que sea posible de ningún modo revertir la situación a su estado anterior».
Jaime Doreste, abogado de la organización ecologista, expresó su satisfacción con la resolución, destacando que «la paralización de las obras en curso así como de las talas del Montegancedo resultaba imprescindible para salvaguardar sus valores ambientales, botánicos y faunísticos. En caso contrario, se corría el riesgo evidente de consolidar una situación de hecho irreversible y un daño ambiental, territorial y paisajístico difícilmente restaurable».
Añadió que «no podemos permitirnos tener un caso vergonzante como El Algarrobico o la Marina de Valdecañas en la Comunidad de Madrid».
Por su parte, Laura Díaz, también abogada de Ecologistas en Acción, subrayó que «esta resolución supone un reconocimiento de la importancia de proteger nuestros recursos naturales y los valores ambientales del Montegancedo». Díaz resaltó la importancia de que el auto judicial reconozca que «si bien existe un interés público en que el planeamiento urbanístico se desarrolle, este debe responder a los requerimientos de un desarrollo sostenible y la liberalización del suelo no puede fundarse en una clasificación indiscriminada».
Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid ha calificado de muy positiva la suspensión judicial del proyecto de urbanización, reconociendo que esto no hubiera sido posible sin la colaboración de los vecinos y vecinas de Pozuelo de Alarcón, agrupados en la Plataforma Salvemos Montegancedo. La organización ha informado al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón sobre el auto judicial y ha solicitado su cumplimiento inmediato.
Montegancedo o Dehesa de Montegancedo es uno de los pocos enclaves que aún no se han urbanizado en Pozuelo de Alarcón. Localizado al suroeste del municipio, entre la M-40 y las urbanizaciones La Cabaña y Montepríncipe, en Boadilla del Monte, este bosque alberga encinas, alcornoques, coscojas, quejigos y pinos piñoneros, y es hábitat de diversas rapaces protegidas como el milano negro, milano real, águila imperial, buitre negro y azor. Este espacio constituye un refugio vital para la fauna y la flora, rodeado por áreas urbanizadas e infraestructuras.
Además de sus valores naturales, Montegancedo alberga los restos de los polvorines de Retamares, construcciones militares que durante décadas fueron una de las principales reservas de munición y explosivos de la región Centro. La toma del polvorín de Retamares fue uno de los episodios más cruentos de los primeros meses de la Guerra Civil.