En 1892 se abrieron las puertas del actual Museo Arqueológico Nacional (entonces con el nombre de Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid) con una exposición Histórico-Europea de más de quinientas fotografías que el bey de Túnez Ali III ibn al-Husayn donó al año siguiente al Museo español y que en la actualidad forman parte de su colección.
Se conmemoraba entonces el cuarto centenario del Descubrimiento de América y con aquella exposición se quería dar a conocer el estado de la cultura artística europea, fundamentalmente de España y Portugal, en los tiempos del descubrimiento y la conquista. Se pretendía también dar una amplia visión de la historia de Túnez y su vinculación con España.
Por su antigüedad (fueron tomadas en copias en papel a la albúmina durante los primeros años de la historia de la fotografía) toda la colección tiene un gran valor documental, arqueológico y etnográfico de Túnez, incluso en su estado actual de color sepia.
Las fotos se hicieron por encargo del Servicio de Antigüedades y Artes de Túnez entre 1880 y 1892. Desde aquella fecha de la exposición Histórico-Europea las fotografías no volvieron a ver la luz. Ahora, una selección de unas cien de aquellas fotografías, reproducidas por el fotógrafo Castro Prieto, se expone por primera vez, siendo una oportunidad única para descubrirlas y admirarlas.
La muestra se acompaña, además, de piezas arqueológicas, libros y documentos de las civilizaciones fenicia, cartaginesa, romana, islámica y posteriores, en un diálogo entre las escenas de las fotografías y los fondos de la colección y archivo del Museo.
Las fotografías recogen imágenes de paisajes, monumentos y escenarios aún existentes, pero también de otros ya desaparecidos. Algunos monumentos son representativos del país, como el anfiteatro El Djem, y mausoleos númidas y romanos.
Gracias a las investigaciones del Departamento de Documentación del museo así como a través del estudio de otros fondos fotográficos de series procedentes de otras instituciones como el archivo fotográfico Alinari de Florencia y la Biblioteca del Congreso de Washington, se ha identificado a algunos autores de estas fotografías, ya que ninguna está firmada.
Entre esos nombres sobresale el de J. André Garrigues, fotógrafo oficial del Bey.
La exposición
El contenido de la exposición se ha organizado en cuatro grandes bloques temáticos. El primero se adentra en la historia de Túnez, desde la prehistoria hasta la época bizantina, pasando por la fundación de la ciudad de Cartago y la Túnez romana, a través de fotografías de monumentos y restos arqueológicos. La llegada de los musulmanes desde Arabia en el siglo siete supuso la fundación de nuevas ciudades como Kairuán, por lo que las fotografías de esta sección muestran la actividad constructiva al servicio de la nueva religión y de las necesidades defensivas contra los bereberes y otros pueblos.
Edificaciones, pues, de la época medieval y moderna de tipo defensivo y religioso, para pasar después a los paisajes, escenas y vistas costumbristas, imágenes marcadas por la presencia otomana y francesa en el lugar.
Desde 1574 Túnez formó parte del imperio otomano. Durante los siglos diecinueve y veinte Francia e Italia trataron de aumentar su presencia en la zona, como lo demuestra la fundación de la ciudad de Susa. En 1881Francia estableció un protectorado que se prolongó hasta 1956. El recorrido termina con una selección de fotografías tomadas en dos importantes museos actuales, el Museo Nacional del Bardo (antes Alaoui) y el museo de Sant-Louis, hoy Museo Nacional de Cartago.
Esta colección constituye además un importante testimonio de la historia de la fotografía europea del siglo diecinueve.
- TÍTULO. Túnez en sepia
- LUGAR. Museo Arqueológico Nacional. Madrid
- FECHAS. Hasta el 14 de enero de 2024