En el primer debate no oficial para las elecciones presidenciales de noviembre, los candidatos Donald Trump y Joe Biden se enfrentaron en un encuentro transmitido por CNN, en un inédito cara a cara que se transformó rápidamente en un espectáculo dominado por Trump
Ambos candidatos optaron por evitar las propuestas concretas de gobierno, concentrándose principalmente en ataques personales.
En este terreno, Trump se destacó, logrando que las preocupaciones sobre la edad de Biden, quien se mostró torpe, débil e inseguro, mantuvieran el foco central del debate.
Polarización política en EEUU
Las formas y el fondo del enfrentamiento cara a cara contribuyeron a la creciente polarización política en Estados Unidos, que ya se encuentra en niveles máximos.
Además, ambos candidatos suman la mayor desaprobación en una campaña en tres décadas, lo que genera preocupación sobre las consecuencias futuras para el país.
La tensa dinámica del debate y la estrategia de ataques personales refuerzan las divisiones existentes y alimentan un clima de confrontación política.
La preocupación por el impacto de esta polarización en la cohesión social y en la estabilidad política de Estados Unidos sigue siendo alta, dejando a los votantes en un escenario de incertidumbre y descontento generalizado, según la información sobre el debate que aporta en La Vanguardia el periodista Javier de la Sotilla desde Washington.