El Comité Olímpico Internacional ha fijado un plazo de cuatro semanas para evaluar con el Comité Organizador de Tokio 2020, las autoridades japonesas y el Gobierno Metropolitano de Tokio, la situación derivada de la pandemia del Covid-19 y su impacto en los Juegos Olímpicos, incluido el escenario de un aplazamiento.
En una declaración de este 22 de marzo de 2020, el COI argumenta esta decisión en que «la salud y la seguridad son primordiales», y confía en que habrá finalizado la evaluación en las próximas cuatro semanas para debatirlo con los comités olímpico nacionales (CON) y las federaciones internacionales (IF) que deben prestar apoyo a los atletas y adaptar la planificación de los Juegos.
Estos escenarios se relacionan con la modificación de los planes operativos existentes para que los Juegos puedan comenzar el 24 de julio de 2020, así como para cambiar esa fecha de inicio de los Juegos si se considera necesario.
El COI señala que, por un lado, se han observado mejoras significativas en Japón, donde la población ha acogido con beneplácito la llama olímpica, y eso podría «fortalecer la confianza en nuestros anfitriones japoneses y, sujeto a ciertas restricciones de seguridad, organizar los Juegos Olímpicos en el país, respetando el principio de proteger la salud de todos los involucrados».
Por otro lado, señala que se ha producido un aumento considerable en el número de casos y nuevos brotes de Covid-19 en diferentes países y en diferentes continentes, y es posible que algunos sitios esenciales para alojar los Juegos ya no estén disponibles.
Se admite también que los millones de noches ya reservadas en los hoteles es una circunstancia «extremadamente difícil de manejar», y que el calendario deportivo internacional en al menos 33 deportes olímpicos debería adaptarse, entre otros muchos desafíos.
Están también en juego el compromiso y la colaboración de los organismos de radiodifusión titulares de derechos y los patrocinadores oficiales (TOP), así como la cooperación de todos los socios y otros proveedores de los Juegos.
En este escenario «de compromiso común de las partes interesadas con los Juegos Olímpicos, y a la luz del deterioro de la situación mundial», la junta ejecutiva del COI ha decidido este paso de «planificación de escenarios» al tiempo que se reafirma en que «una cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio no resolvería ningún problema ni ayudaría a nadie», y por lo tanto, «la cancelación no está en la agenda».