
Como sucede con gran parte de las herencias, la que el realizador hongkonés Ray Yeung nos cuenta en la película «Todo saldrá bien» (All Shall Be well, el título original es «Cóng jīn yǐhòu» que significa «a partir de ahora») está más que envenenada; es un problema legal que solo se puede solucionar de forma dramática, porque siempre es un drama tener que renunciar a algún derecho.
Presentada en la Sección Panorama del Festival de cine de Berlin 2024, donde ganó el Teddy Award a la Mejor Película -reconocimiento internacional más importante para el cine comprometido con la diversidad sexual y de género- «Todo saldrá bien» es el cuarto largometraje del escritor y director independiente Ray Yeung («Una primavera en Hong Kong», «Front Cover», «Cut Sleeve Boys», ganador en 2021 del Premio Artista del Año que concede el Hong Kong Arts Development Council.), nacido en la colonia británica de Hong Kong, tras una extensa y reconocida trayectoria de cine mayoritariamente de temática homosexual.
La película, protagonizada por las actrices Patra Au («Una primavera en Hoing Kong», «The Narrpw Road») y Maggie Lin Lin Li («Qing chu», «Tie chao ren»), ha sido premiada también como mejor película LGTBIQ+ en los festivales de Gijón, Tesalónica, San Francisco y Copenhague.
Sensible y delicada –«Inteligente y profundamente conmovedora» (Josh Slater-Williams, Indoewire)- «Todo saldrá bien» cuenta la historia de Angie y Pat, una pareja de lesbianas sexagenarias, oficialmente solo «mejores amigas» aunque la familia acepta con toda naturalidad una relación que dura desde hace treinta años.
El equilibrio se rompe cuando Pat fallece repentinamente sin hacer testamento, lo que deja a Angie a merced de su familia política, con la que siempre ha mantenido una relación estrecha y cordial, a la que ahora tiene que enfrentarse no solo para cumplir la voluntad de la difunta, que sus cenizas se tiraran al mar, sino también para mantener su dignidad y conservar la casa que compró la pareja, y en la que han vivido desde que se conocieron.
Ambientada en el Hong Kong actual, «Todo saldrá bien» cuenta una historia que se repite a diario en la mayor parte del mundo: la de los inexistentes derechos de una de las personas de una pareja de hecho (lo mismo si se trata de heterosexuales) cuando la otra fallece sin dejar testamento.
Y no digamos cuando ocurre en un país donde está prohibido el matrimonio entre personas del mismo sexo, como es el caso de Hong Kong, territorio que desde el 1 de julio de 1997 (fecha de la retrocesión de lo que hasta entonces fue una colonia británica) reclama una China neocapitalista en lo económico y en teoría comunista en lo ideológico, y también muy puritana: «Mientras Pat está viva –explica el director Ray Yeung- Angie es una parte importante de la familia, pero al fallecer pierde su posición».
«La complejidad de las relaciones entre Angie y su familia política –donde se mezclan el afecto, el respeto, los celos y los intereses económicos, refleja la ambigüedad de la cuestión de la homosexualidad y su representación cultural en el seno de la sociedad hongkonesa» (lapointe.be).
Conviene además tener presente que las protagonistas de esta historia pertenecen a un grupo particular de personas que además son «mayores» y que, para ellas, el hecho de estar juntas era suficiente, no necesitaban papeles que lo avalaran ni tampoco que lo supiera todo el mundo: «Al no estar protegida por la ley, la cultura o las costumbres, la familia política va a por ella y Angie va perdiendo su identidad y haciéndose invisible».
Esta particularidad es, según su creador, la que hace que estemos ante una de las escasas películas que apuestan por un lenguaje únicamente visual y carecen de banda sonora: «El añadido musical habría llamado la atención del espectador y habría roto la atmósfera que milagrosamente construimos. Nuestra intención era cautivar la atención mediante el silencio y la impotencia d Angie…».
Evitando caer en el melodrama, «Todo saldrá bien[1]» es una película trágica que acompaña el recorrido emocional de Angie por los intrincados laberintos del duelo, las complicadas dinámicas familiares y las siempre crueles sutilezas jurídicas al tiempo que, más allá de retratar una sociedad en la que todavía imperan las tradiciones, reflexiona sobre algunos temas universales como la condición humana, el amor, la pérdida, las expectativas sociales, las relaciones familiares y las cuestiones relativas a la herencia.
- «Todo saldrá bien» se estrena en Madrid el próximo viernes 13 de junio de 2025