El marco, desde luego, no puede ser mejor: un bareto –con pretensiones e ínfulas, sí, pero bareto al fin y al cabo- o, lo que es lo mismo, el ecosistema perfecto donde dos operatas de toda la vida -a los que Agustín Jiménez y Carlos Chamarro mimetizan hasta en el más mínimo gesto, hasta en el más sutil deje- pueden campar por sus respetos y a sus anchas para -entre copa de chinchón y cortado con sacarina (una concesión a la modernidad)- elucubrar y disparatar mientras -sin desprender su mirada de la pantalla en alto- mientras rumian, palillo en la boca, cómo resolver el mundo, cómo resolverse a sí mismos.
Así, al calor del amor en un bar, Ramón Madaula despliega, evitando el trazo grueso, un sainete inteligente e ingenioso de los «dramas» de los currelas del siglo XXI, a quienes, en un arrebato de modernidad y tedio, les da por organizar un intercambio de parejas sin contar, claro, con el permiso, la aprobación o el mero desinterés de sus mujeres legítimas.
Ignasi Vidal dirige con habilidad y cariño esta farsa amable, estas matrimoniadas al revés sobre dos entrañables figuras, de dos pelagatos que van sobrados, que perdonan la vida y sacan pecho mientras, patéticos y adorables, no se enteran ni de lo más mínimo que pasa a su alrededor. Como la mayor parte de nosotros.
Luis de Luis, crítico de teatro.
Teatro Quique San Francisco (antiguo Galileo). Calle Galileo, 39. Madrid.
Hasta el 22 de agosto de 2021, de martes a domingo a las 22:00 horas.
Ficha artística
Dramaturgia: Ramón Madaula
Dirección: Ignasi Vidal
Reparto: Agustín Jiménez y Carlos Chamarro
Adaptación y aydte. de dirección: Roberta Pasquinucci
Escenografía y vestuario: Alessio Meloni
Taller de escenografía: Readest
Diseño de iluminación: Ciru Cerdeiriña
Arreglos y serigrafías vestuario: Paloma De Alba
Dirección de producción: Nadia Corral
Distribución: Fran Ávila