Y sí, cuando Harry y Sally se encontraron fue una auténtica tontá comparado con el momento en que Gonzalo y Mireia lo hicieron. Citados en un bar tras acordarlo en internet, aparecen, en una esquina del ring, un Manuel Varela enorme como un oso peterpanesco, tímido y locuaz, y tan feo, fuerte y formal como el Duque exigiría y, en la otra esquina del ring, toda una Cristina Irala, seductora, gansa e irresistible, locuaz e (in)segura, brillante e imposible.

Y se inicia el combate en la cumbre en el que cada uno intenta acorralar contra las cuerdas al otro, procurando, a la vez, no salirse del cuadrilátero mientras, de paso, el público se da un festín.

Y es que Manuel y Cristina, Mireia y Gonzalo, se exhiben con la naturalidad y el desparpajo de quienes han asumido que el sentido del ridículo no tiene el menor sentido y, en vista de lo cual, se van a contar (se) mentiras y, mientras, por la sala Nueve Norte de Madrid corren las liebres y saltan las sardinas se enzarzan y azuzan, se chinchan y se rabiñan, se toman y se dacan, se sueltan y se agarran.

Ha sido Cristina Irala quien ha escrito la partitura de esta batucada para dos con acierto y naturalidad y Carlos Hermay quien ha tomado la batuta para conceder toda la precisión que llevan y conllevan todos los lances y desenlaces en los que esta pareja se mete y somete con tal de no soltarse, ni desengancharse; de esta pareja que empieza y acaba  tan encantada y rendida como el público: sin dejar de disfrutar(se) ni un solo momento.

Luis de Luis, crítico teatral

Teatro Nueve Norte. Madrid. Jueves a las 20 horas.

Ficha artística
Reparto: Manuel Varela y Cristina Irala
Dirección: Carlos Hermay
Dramaturgia: Cristina Irala
Producción: Iralgrano Producciones
Escenografía: Iralgrano Producciones y Buria Teatro
Fotografías: QB Graphic
Voz intercomunicador: Macarena Robled

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