Jaime Lorente sale a escena y sabe a lo que viene. Viene a ponerse a prueba, viene a dar todo lo que tiene, bien, viene a volcarse y viene a exigirse. Viene, en definitiva, a dar la cara y a ponerse frente al público, le sobran (siempre lo han hecho) las trampas y los cartones, los oropeles y los destellos, los pitos y las flautas, los cuentos y las pamemas. Y piensa demostrarlo. Y a eso ha venido.
Con un texto tan emocional como visceral, tan poético como lumpen de Santiago Loza y una dirección tan sobria como elegante de Alberto Sabina, Jaime Lorente sale al escenario a contar una historia sobre la búsqueda de una identidad, sobre la pérdida de un sentido, sobre un, en suma, desvalimiento y su personaje es un Peter Pan oscuro, un Dorian Gray sin retrato, un Jekyll sin Hyde (o tal vez al revés), un púgil sin Club de la Lucha sin sparring..
Sin dejar de interpelar al público Jaime Lorente da a su personaje todo lo que necesita. Sabe ser cauto y amable, algo inquietante y un algo distante cuando tiene que seducir para hacer valer su historia: una historia de crimen y deseo, de furia y desamparo que se desarrolla en una confesión a tumba abierta y a flor de piel, en un examen de conciencia tan lúcido, como descarnado.
Poco le queda por hacer al público salvo dejarse llevar por Jaime Lorente: por sus palabras convencidas y convincentes, por su sonrisa seductora y triste, por su cólera fría y su rabia verdadera durante esta larga y ardiente plegaria con el corazón y las vísceras, al borde mismo del precipicio, en las entrañas del vacío..
Teatro Pavón Kamikaze, del 8 de octubre al 22 de noviembre de 2020
Luis de Luis. Crítico teatral
Ficha artística
Texto: Santiago Loza
Dirección: Alberto Sabina
Intérprete: Jaime Lorente
Diseño de iluminación: David Picazo
Diseño de sonido: Ruben Berraquero
Producción: Jaime Lorente
Dirección artística: Antonio Mateos
Una producción de Jaime Lorente con la colaboración de Buxman Producciones