Con los apasionados, viscerales y lúcidos textos de Annie Ernaux, Eduardo Recabarren ha enhebrado un tapiz de tonalidades y texturas sobre el amour fou y se lo ha brindado a Natalie Pinot para que lo lleve y lo luzca. ¡Y vaya si lo hace!
El escenario –una sala de estar cálida y acogedora– será el refugio desde donde Pinot comparta, en privado, con cada espectador del público, su pequeña muerte; su muerte por amor, sus vivencias en el mundo de los no vivos cuando fue abandonada, y su renacimiento posterior cuando todo fue quedando, gradual y lentamente, atrás.
Así, Natalie Pinot comparte cuando se enamoró –sin excusas, sin razones, sin porqué– y se puso –consciente y sabia– al servicio de ese amor sin importarle peajes o tasas. Supeditó su cabeza, su corazón y sus tripas, a vivir lo que no se puede explicar, ni se puede enjuiciar, lo que no se puede analizar, ni celebrar.
Y, aun así, con recogimiento y pausa, con voz precisa y emoción contenida, con reflexión y un cierto descaro, Pinot da una lección sobre sus vivencias creando esa ficción –a la que nadie es inmune– que se llama, que se da en llamar, amor y en lo ocurre –por dentro, por fuera– cuando los paraguas de Cherburgo no protegen de la lluvia que cala hasta los huesos y todo –por dentro, por fuera– se vuelve un incendio o un circo.
O ambos a la vez.
Luis de Luis, crítico teatral
Teatro Lara: miércoles a las 19: 15 horas
Ficha artística
Reparto: Nathalie Pinot
Dramaturgia: Eduardo Recabarren (inspirado en textos de Annie Ernaux)
Dirección: Eduardo Recabarren
Iluminación y sonido: Aintzane Garreta
Fotografía: Jean Pierre Ledos
Diseño gráfico: Rafa Bueso
Vestuario: Mer la Costu
Peluquería y maquillaje: M. Casanova
Arreglos musicales: Carlos Fesser
Producción: Compañía Recabarren & Natalie Pinot