Un agujero hondo oscuro y amenazador –como un útero o un sarcófago– horada un muro y preside y gobierna la escena. A su alrededor, los personajes, irremediablemente, gravitan. Se alejan y se acercan, lo rechazan y lo admiran, lo cercan y lo extrañan…
Esta es la historia de una familia y de tres generaciones que se extiende y despliega a través de las décadas como las resquebrajaduras que del agujero emanan. Esta es la historia de una familia que pertenece a ese país llamado España, de esa madrastra que no deja crecer, que no deja ser a sus hijos, ahogándoles y sofocándoles para que repten y sobrevivan bajo su piel, bajo su bota.
Alberto Conejero ha convocado a sus mejores influencias lorquianas para elaborar un texto que narra esta historia española de resignación y supervivencia, de conformidad y penumbras.
Un espléndido reparto –destacar a uno es destacar a todos– hace suyas las voces de quienes la sociedad española –en sus diversos aspectos sociales en sus muchas vertientes morales– del siglo XX ha anegado y frustrado, y que tienen que luchar racional y emocionalmente con barreras, cortapisas y coacciones.
Esta catárquica y conmovedora función resulta ser – es en su serenidad y armonía – un manifiesto, un desplante, una toma de postura frente a lo que no tuvo nunca que haber sido, a lo que nunca debe volver a ser y a favor de las vidas vividas con dignidad y entereza a pesar de la humillación y la vergüenza.
Luis De Luis
Crítico Teatral
Teatro Galileo
Ficha artística:, de jueves a domingo a las 20 horas
Dramaturgia y dirección: Alberto Conejero
Reparto: José Bustos, Zaira Montes/Alicia Rodríguez, Eva Rufo, José Troncoso, Consuelo Trujillo/Susana Hernández y Juan Vinuesa
Espacio escénico: Alessio Meloni
Diseño de iluminación: David Picazo
Vestuario: Miguel Ángel Milán
Espacio sonoro: Mariano Marín
Audiovisuales: Bruno Praena
Ayudante de dirección: Alicia Rodríguez
Coordinación técnica: Leticia L. Karamazana
Producción: Teatro del Acantilado
