Elena Aranda, Corina Bustamante, Candela Caballero, Belén de la Fuente y Eneko Larrazabal (que, reveladoramente, se llaman igual que sus personajes) son los entusiastas y emotivos miembros de un comando de okupación que asaltan el sacrosanto templo del hogar del siglo XXI: el Gran Almacén Sueco.

Provenientes de un realidad que les niega el derecho a una vivienda digna (sí, ese que consagra la Constitución) entran en la realidad virtual que consagra el Hogar Feliz, ese El Dorado a la que, a su vez, se empuja a imaginarlo a varias generaciones que se dejan el pellejo en trabajos precarios para soñarlo.

Eva Mir ha entregado un texto tan profundo como inteligente, tan perceptivo como reflexivo, en el que hace que sus personajes –tan desconcertados y desalentados como buena parte de quienes nos rodean– intente explicar y explicarse la salida a la ratonera en que se ha convertido su existencia, e intentar su única revolución posible: la de estar, la de hacerse presencia en camino hacia regolit (las piezas informes a medio hacer con identidad desfigurada incruentamente, en la que hasta el lenguaje ha sido usurpado por términos útiles al Gran Almacén Sueco.

Intensa, sabia y nada complaciente obra que Sergi Gibert  ha sabido concebir –y así lo atestiguan el escenario y los movimientos y acciones de sus personajes– como los una gran partida de parchís vital en la que las fichas van construyendo su propio tablero sin darse cuenta ( o sí)  de que es su propio cercado.  

Luis de Luis, crítico teatral

Teatro Nave 73, miércoles y jueves 

Dirección Sergi Gibert

Dramaturgia Eva Mir

Escenografía/vestuario Gema Garmendia

Producción Javier Bandarrá

parte fundamental de esta okupación Ruth Rubio

Elenco
Elena Aranda
Corina Bustamante
Candela Caballero
Belén de la Fuente
Eneko Larrazabal

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