El revelador, ambiguo y ambivalente título de esta función –que reúne “Los invitados» y “Petición de mano”, dos piezas de teatro de cámara de Anton Chejov– ya es toda una declaración de intenciones del entorno en el que va a transcurrir.
Lucila Maquieira ha reunido a su excelente elenco y, como si fueran los títeres de un Gran Guiño -les ha dejado sueltos para que transiten por las convenciones y apariencias que son la gran (la única) razón de ser de la pequeña burgues, el leit motiv que da sentido a sus sueños de nobleza, a sus delirios de grandeza.
“Enclave Chejov” cuenta la historia de dos visitas (uno de los rituales más acendrado del viejo mundo burgués) de un viejo seductor, de un Don Juan que sobrevive a cuenta de forzarse a creer en su personaje y cuyo desconcierto encarna con espléndidas versatilidad y fisicidad Carlos Herranz.
En “Los invitados” le recibirá un matrimonio radiante que ostenta una felicidad que, tras tanto tiempo impostada, ha acabado por ser más que una segunda piel para convertirse en la única. Envolventes, esforzados e irresistibles María José Barroso Trujillo y Quico García, arrollan a su invitado para abandonarle a su suerte: a la más descarnada e inclemente perplejidad.
Esa perplejidad se agranda y complica cuando llega la “Petición de mano”, que bajo la mirada de Maquieira se convierte en toda una danza de agresiones, en toda una lección de esgrima, en todo un minué de egotismos en los que las armas son las tierras y los títulos.
Lucila Maquieira se mueve y hace moverse por el “Enclave Chejov” sabiendo donde pisa, conociendo lo que hace, entendiendo cuáles son las teclas que hay que tocar para que, sin dejar de esquivar lo grotesco y obviar el naturalismo, brillen este puñado de personajes que, asidos a glorias imaginarias y habitantes de un pasado inexistente, se aferran –tan patéticos como dignos de compasión- a apolillados rituales de grandeza y polvorientas ceremonias de nobleza para evitar que les coma el tedio, les devore el hastío o, lo que sería peor y como quedó dicho hace unas líneas– se conviertan en títeres sin hilos de lo que nadie pueda tirar.
Luis de Luis, crítico teatral.
Sala Plot Point, Madrid, mayo y junio 2021.
Compañía: Minerva Teatro
Dirección: Lucila Maquieira
Elenco: María José Barroso Trujillo, Quico García, Carlos Herranz